En lo personal estoy satisfecho con la movilización nacional del pasado 16N. Tanto en Caracas como en las ciudades del interior del país quedó establecida la clara voluntad de la nación en contra del usurpador.
Lo están haciendo por esos periodistas que han muerto asesinados, por los que están presos y secuestrados, pero por sobre todas las cosas, las campanas están doblando por la democracia, por la libertad de expresión, sin la que, como es sabido, aquella no existe.