Amundaraín se queja de que los productores deben aceptar los precios que los industriales y los exportadores pueden dar.
Esta planta se convierte en un producto tan valioso que suele ser el más caro en el mercado.
“La producción nacional puede ser considerada insignificante, pero la respuesta está en su calidad genética y por su rol histórico, cultural y ancestral, para la cual nuestro cacao está clasificado como tipo cacao fino de aroma”, afirmó López.
El objetivo de la actividad fue presentar los alcances y beneficios del proyecto de ley para el sector.
López señaló que problemas como la crisis climática y el brote de plagas y enfermedades ha afectado la producción en el primer trimestre del 2024.
López afirmó que el gremio cacaotero del estado Sucre, jurídicamente organizado, está consciente del rol que le toca cumplir en la planificación social de la agricultura del país.
La ley cuenta con 40 artículos y dos disposiciones transitorias, así como una disposición final, que esperan que se nutran con una serie de propuestas que están presentando desde Asoprocave.
López afirmó que la acción en nombre y defensa de los cacaocultores sucrenses se llevó a cabo en la Comisión de Economía y Finanzas, específicamente en la Subcomisión Agrícola.
Kenia Martínez, una mujer indígena Baré, lidera a un grupo de ocho personas empeñadas en crear una réplica del bosque cerca de Puerto Ayacucho, una ciudad en expansión en el Amazonas venezolano. Hombres y mujeres indígenas Huottöja y Jivi la acompañan en su andar, y combinan árboles que crecen rápido y dan buena sombra, como la guama y el caucho, con comestibles, como el cacao y el copoazú.
En el proyecto participa personal de los decanatos de Docencia, Extensión e Investigación de la institución y también sirve para que estudiantes de la carrera de ingeniería agronómica aprendan desde la práctica.