
Con la Ley Bitcoin reformada, se allana el camino a la concesión del préstamo por parte del FMI, que podría aliviar el panorama de una economía poco dinámica y altamente endeudada como es la de El Salvador.
Es claro que el discurso populista y autoritario ha hecho mella, pero también quedo expreso que hay mucha responsabilidad del “periodismo militante” y de la acción de “operadores políticos” que fungen como periodistas.
El politólogo Brown Aráuz, que ha estudiado el populismo centroamericano, asegura que este tipo de líderes siempre justifican quedarse más tiempo en el poder y, como se presentan como redentores, convencen a sus votantes de que esa permanencia es necesaria.
“De acuerdo a nuestros números, hemos ganado la elección presidencial con más del 85 por ciento de los votos y un mínimo de 58 de 60 diputados de la Asamblea”.
Bukele, de 42 años y con gran popularidad, es el primer presidente de la etapa democrática del país centroamericano con la opción de buscar su reelección inmediata y, de ganar, sería el primero en repetir en el cargo a pesar de que la Constitución no lo permite.
Lo cierto es que, por el camino en el que van las cosas, el mismo hombre -varón o mujer- está dejando de ser y de ser persona. Se despersonaliza en el siglo XXI.
Mas no es de desestimar, en igual orden, que las víctimas de los terroristas de la droga -el pueblo en su conjunto- animadas por el miedo, la rabia, el dolor naturalmente exacerbado, aspiren a que en Quito insurja otro Nayib Bukele.
“Los gobernantes deben entender que los problemas no se resuelven por decreto, sino con acciones”.
La historia ha demostrado que quienes usan tácticas autoritarias son una amenaza para la democracia, la libertad y la justicia. La glorificación de estos líderes puede llevar a una sociedad a la ruina, ya que estos líderes suelen ser impulsados por su propio ego y su deseo de poder.
El mismo Bukele retuiteó el ranking integrado por 17 presidentes y dictadores de la región, y lo acompañó de un emoji riéndose.