Borges Sifontes, de 16 años de edad, y que recibió dos disparos en el altercado, estaba recluido desde hace cuatro meses en el Hospital Militar en Caracas.
El pasado 30 de junio Cenoya Silva logró, luego de varias horas de espera, ver a su hijo. Dijo en su lengua autóctona que no entendía por qué no lo dejaban ver.
Desde hace más de un mes, el adolescente indígena herido tras ataque de militares en Amazonas y su hermano están recluidos en un hospital militar donde no les permiten salir de la habitación ni recibir visitas.
El Estado intenta ocultar lo ocurrido. Olnar Ortiz, coordinador nacional de pueblos indígenas de Foro Penal, denunció los asesinatos en Parima B ante el relator especial sobre los derechos de los pueblos indígenas de Naciones Unidas.