
La subasta permitiría tanto a Bopec como a la filial de Pdvsa adquirir cierta liquidez.
Un tribunal ordenó a Pdvsa a cancelar las deudas acumuladas desde 2017 con Bopec, filial en Bonaire que se declaró en quiebra en marzo, cuyos pasivos laborales y ambientales la mantienen inoperable.
La declaración de quiebra es el último golpe a la red clave de activos logísticos y de refinación de Pdvsa en el Caribe. La compañía está luchando para pagar deudas y mantener operaciones básicas en Venezuela.
Venezuela sufre una recesión económica desde hace seis años. La producción de crudo de Pdvsa se ha desplomado, al tiempo que ha recortado la inversión en sus activos en el extranjero.