El expresidente brasileño enfrenta varias investigaciones en diferentes instancias judiciales.
En los próximos cinco días, bajo el reinado de Momo, Brasil disfrutará de una fiesta que se prevé que pondrá a bailar a unas 46 millones de personas en todo el país, incluyendo miles de turistas extranjeros.
El supremo investiga los graves hechos como un intento de golpe de Estado y ha incluido a Bolsonaro en las investigaciones para aclarar si instigó a sus partidarios a perpetrar los ataques contra las instituciones.
La declaración de emergencia sanitaria la firmó la ministra Nísia Trindade, quien montará además un centro de operaciones de emergencias en salud pública para “planear, organizar, coordinar y controlar” las medidas que se tomen.
Los máximos representantes de los 3 poderes, encabezados por Lula, se reunieron este lunes para analizar la grave crisis vivida en la capital brasileña el domingo.
Bolsonaro perdió las elecciones por una diferencia de 1,8 puntos frente a Luiz Inácio Lula da Silva, y hasta ahora, más 45 horas después de confirmados los resultados, no se había pronunciado ni se le había visto en público desde el domingo, cuando votó en Río de Janeiro.
El debate, con un formato muy libre, permitió largos cruces dialécticos entre Lula y Bolsonaro, que derivaron en constantes enfrentamientos. No faltaron golpes bajos, mentiras, insultos y palabras soeces.
El presidente del Tribunal Electoral de Brasil, Alexandre de Moraes, destacó la gran afluencia de ciudadanos a los comicios. 156.454.011 brasileños acudieron a las urnas electorales.
Una interrogante sobre la que parecería que nadie debería tener dudas. Sin embargo, como se está viendo, no es tan así.
Definitivamente será un factor decisivo y por ello, será muy importante quien asuma la presidencia el año próximo. Si Bolsonaro o si Lula. Todos dicen que Lula; ¿todos quiénes? Pero no es lo importante, Lula será de izquierda y Bolsonaro de derecha, pero antes que eso ambos son brasileños.