Los manifestantes aseguran que los funcionarios han sembrado pruebas a varias personas para extorsionarlas.
En enero ha habido tres balaceras con un saldo de nueve fallecidos y varios heridos. Según habitantes de la localidad, se enfrentan la banda delictiva El Sindicato de Barrancas y supuestos grupos de la guerrilla colombiana.
El nuevo enfrentamiento se registra en medio del plan que ejecuta la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en la localidad.
La ONG Kapé Kapé denunció que al menos 80 familias se vieron afectadas por el toque de queda impuesto por grupos armados y las medidas que tomaron las autoridades del municipio Sotillo, estado Monagas.
El Periódico de Monagas indica que los lugareños estaban retirando bombonas de gas de un centro de llenado, cuando se escuchó una ráfaga de disparos.
La organización contextualiza los hechos violentos ocurridos en los corredores fluviales (Orinoco-Arauca) disputados por grupos armados cuya actuación es tolerada -y en algunos casos protegida- por las autoridades venezolanas.
La reunión de seguridad de Estado ocurre luego de la situación registrada en Barrancas del Orinoco, estado Monagas, donde al menos nueve personas murieron en un enfrentamiento entre bandas irregulares.
“Los habitantes de Barrancas del Orinoco han hecho lo que han podido para visibilizar la realidad que viven, la cual incluye la crisis humanitaria y el control y el sometimiento de la población por grupos irregulares que se conocen como criollos”, afirmó diputada María Gabriela Hernández.
Pobladores afirman que los enfrentamientos comenzaron, presuntamente, porque los grupos irregulares buscan hacerse con el control de los negocios ilegales de ese territorio como el tráfico de combustible y de drogas.
La protesta en Barrancas del Orinoco, en Monagas, detonó por la presunta ejecución extrajudicial de dos jóvenes el 7 de septiembre a manos de las FAES.