La Alcaldía de Caroní priorizó embellecer la fachada del mercado mientras compradores se siguen exponiendo a la COVID-19 y locatarios trabajan en medio de las aguas negras.
La irascibilidad por los momentos parece situarse con mayor vigor en la avenida Manuel Piar, pero innegablemente continuará si persiste la indiferencia y la ceguera de lo que allí es termómetro. Hasta que llegue el cambio, sin fabulas socialistas, ni promesas vacías.