La órbita de Dimorphos se ha acercado ahora unos diez metros a Didymos y el cambio provocado en su trayectoria es permanente.
Aunque algún aventurado pudiera decir que sus 13 años de vida son una breve historia del tiempo, lo cierto es que el barquisimetano Miguel Rojas, certificado por la NASA como descubridor de un asteroide, no se limita por ello y se entrega a la observación del espacio mientras sueña, más allá y quizás al infinito, con ser astronauta.