
Cualquier negociación debe ser concluida antes del 10 de enero porque de lo contrario el régimen continuará ganando tiempo, y el pueblo penurias.
Nadie siente vergüenza ni se sonroja cuando son señalados como corruptos y ladrones en sus distintos grados.
Cualquier gobernante que empobrece al pueblo, lo somete a hambruna, a desasosiego, a miedo y persecución, y se aprovecha de sus riquezas para su beneficio y el de sus allegados es un ser que no merece ni siquiera el desprecio de sus víctimas.