
Maduro exigió el pasado 6 de marzo al presidente de Guyana sentarse “cara a cara” para dialogar sobre la disputa territorial, una región de casi 160 mil kilómetros cuadrados, rica en petróleo y minerales.
“Nos estamos tomando esto muy en serio, incluso si, y no estoy diciendo que este sea el caso, tenemos que hacer la evaluación, incluso si se trata de una banda armada o cualquiera de esas organizaciones que operan en el lado venezolano de la frontera”.
En la televisada apertura de la Conferencia Anual de Oficiales de la Fuerza de Defensa de Guyana 2025, el presidente no nombró a esos “jugadores de ajedrez”.
La organización regional de 15 miembros (Caricom), de la que forma parte Guyana, denunció que el Gobierno venezolano ha actuado “de manera unilateral, precipitada y potencialmente peligrosa”.
Padrino denunció que Estados Unidos pretende “involucrarse de manera irresponsable” en la disputa territorial que mantienen Guyana y Venezuela por el Esequibo.
Maduro y Ali se reunieron el 14 de diciembre en San Vicente y las Granadinas, donde acordaron que sus gobiernos “directa o indirectamente” no “utilizarán la fuerza mutuamente en ninguna circunstancia”.
Los presidentes de Guyana y Venezuela estuvieron reunidos por poco más de dos horas en un salón del aeropuerto internacional Argyle de San Vicente y Las Granadinas, con el acompañamiento de Brasil, la Celac y la Caricom.
La declaración de la India llega después de que el presidente guyanés, Irfaan Ali, solicitara públicamente la intervención de Estados Unidos, India y Cuba para mediar en la situación con Venezuela.
El mandatario guyanés calificó el plan de acción diseñado por Venezuela sobre el Esequibo como “una amenaza inminente” para su integridad territorial y la paz mundial, por lo que anunció “medidas cautelares”.
Blinken le solicitó a Ali que se respete el Laudo Arbitral de París “hasta que las partes lleguen a un acuerdo o que un cuerpo legal competente decida lo contrario».