
Desde el equipo de análisis e incidencia internacional en derechos humanos aseveraron que “si los gobiernos y los organismos internacionales se dejan atrapar por el discurso de la normalización, el 10 de enero puede venirse sobre ellos como una bofetada, pues Maduro hará lo que sea por mantenerse en el poder”.
El pasado 7 de julio la ONG Provea denunció que el sindicalista Gabriel Blanco fue apresado en su casa en Caracas.
La organización contextualiza los hechos violentos ocurridos en los corredores fluviales (Orinoco-Arauca) disputados por grupos armados cuya actuación es tolerada -y en algunos casos protegida- por las autoridades venezolanas.