“Jesús nunca dialogó con el diablo, lo ahuyentó. (…) Tened cuidado. El diablo es un seductor”, expresó Francisco.
El alcoholismo es una enfermedad progresiva y mortal, que además del deterioro físico y mental, tiene manifestaciones asociadas como problemas gástricos, hepáticos, cardiovasculares, entre otros.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el alcoholismo provoca 3.3 millones de muertes al año, 200 enfermedades y trastornos, discapacidades y pérdidas económicas.