Para Jesús Seguías, presidente de DatinCorp, el mayor problema que enfrenta la oposición no es la abstención, pues hay estados donde han hecho estudios recientes, donde detectaron una participación superior al 60%.
Las movilizaciones en toda Venezuela, el pasado 5 de julio han venido a otorgar un impulso popular sustancial, en coyuntura de pocas buenas noticias para la causa democrática. | Foto @jguaido
Desde 2019 a esta parte, el ilegítimo Tribunal Supremo de Justicia -que fue nombrado entre gallos, medianoche y en fraude constitucional- se ha esmerado en secuestrarles a las militancias el derecho a elegir sus autoridades, al llenar plazas, a su solo saber y querer, con tránsfugas.
Hay que persistir en que la Venezuela y la Guayana del cambio únicamente son posibles con elecciones presidenciales y parlamentarias libres y justas. Lo demás es claudicar ante el ostracismo de la usurpación.
La presidenta del CNE, Indira Alfonso, informó que 3,5 millones de venezolanos votaron por el chavismo, si bien la participación ha sido del 31 por ciento, lo que supone poco más de 5,2 millones de electores, de los más de 20,7 millones que estaban habilitados para sufragar.
De esa magnitud es la ruina causada por la “revolución” en lo que antes era “la alternativa no petrolera de Venezuela”. Y en la base de buena parte de la cadena industrial en toda Venezuela.
Estados Unidos, tenido como el país con la democracia más sólida y ejemplar del planeta, atraviesa una crisis seria, muy grave. Esperamos que el máximo liderazgo de ambas tendencias logre superarla en base a la madurez, la experiencia y la visión de un futuro mejor para todos.
En un mensaje a través de sus redes sociales, Henrique Capriles, dejó clara su disposición a participar en la votación para renovar la Asamblea Nacional aunque no como candidato. Aseguró que dará la lucha por condiciones electorales. Aclaró que no se trata de legitimar a Maduro, a quien tildó de ‘dictador’ y ‘usurpador’, sino de preservar la AN y “salvar a Venezuela”.