“Los talibanes seguirán usando la religión como arma contra las mujeres”, afirmó una afectada afgana.
“Es un honor representar de nuevo a las chicas de mi patria. Niñas y mujeres que se han visto privadas de derechos básicos, incluida la educación, que es el más importante”.
Participará en París con el Equipos de Refugiados en la novedosa disciplina del “breaking”. Tuvo que cambiar de apellido para evitar la persecución de los talibanes a su familia y quiere ser la voz de todas las mujeres afganas.
La decisión emitida por el ministro de Educación Superior fue tomada tras una reunión del gabinete del gobierno de los islamistas, según una misiva oficial publicada por medios afganos.
Una de las decisiones más criticadas por la comunidad internacional es el cierre de escuelas para las jóvenes de entre 12 y 18 años, mientras crece la alarma por las crecientes restricciones impuestas a las mujeres.
Unas 1.500 personas resultaron heridas a consecuencia del terremoto registrado la noche del martes en el este de Afganistán. El número de víctimas puede aumentar a medida que avanza la operación de rescate.
El grupo yihadista ha multiplicado sus ataques en Afganistán desde la retirada final de las tropas de Estados Unidos.
Las regulaciones impuestas por los fundamentalistas son “tan amplias que los periodistas se están censurando y temen acabar en la cárcel”, añadió HRW.
En Afganistán se prohibió a las niñas mayores de 12 años asistir a la escuela en muchos lugares del país, mientras numerosos departamentos de protección de la mujer fueron desmantelados.
Lo mejor que sucederá en la región es que la indiferencia ciudadana sea tan evidente para esas fórmulas electorales circenses que los borre del mapa político en el propósito de enfrentar el modelo chavista. | Foto William Urdaneta