¡Que los violadores de derechos humanos sean sus mismos jueces en la ONU, en nada difiere con lo que el pueblo de Venezuela hace en 1999! Con votos autoriza a Hugo Chávez para que sepulte la moribunda Constitución de 1961 y asuma como dictador, hasta para cambiarle el nombre a la república, modificar los símbolos de la patria, y legislar a su arbitrio como lo hace su causahabiente, el Milosevic del Caribe.