Las autoridades de Fedecámaras hicieron un balance sobre el proceso económico en los últimos años, y lo que ha permitido cierta estabilización que frene la continuidad de su caída.
El gobierno aplica una “política de asignación” por el déficit, que ha traído discrecionalidad en la venta, corrupción y aumento elevado en el precio de este combustible.
El gremio recriminó las facilidades para la importación, mientras los empresarios venezolanos deben lidiar con restricciones y problemas de servicios básicos.
Preocupados por los pocos ingresos en pandemia y las alarmas de cierre de empresas, los presidentes gremiales hacen un llamado a la reactivación comercial siguiendo protocolos de seguridad.
La fusión de Asopemia, la Cámara de Industriales y AIMM se hizo con la finalidad de fortalecer este gremio, que hace 20 años contaba con 13 mil empresas industriales en el país, y a principio de 2019 solo quedaban 2.600.