A la sequía de gasolina se suma la inseguridad en las fincas. “Amarran a la gente, rompen las instalaciones, se roban las máquinas, descuartizan al ganado”, relata un ganadero de El Palmar.
Contrariamente a la lógica universal, Nicolás Maduro continúa aplicando medidas regresivas que nos limitan de manera significativa el goce del derecho a la alimentación.