Familiares de González han denunciado su grave estado de salud. El dirigente padece de problemas renales y crisis hipertensivas al estar recluido sin medidas preventivas para evitar contagio de la COVID-19, su vida corre peligro.
Organizaciones internacionales presionan por la libertad inmediata del dirigente sindical cuya suerte pende del resultado de la audiencia de apelación.