martes, 21 enero 2025
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Nancy Gómez: “Cuando tienes el conocimiento, tienes libertad para tomar las mejores decisiones”

Luego de 40 años en el sector educación, la fundadora del Colegio Los Próceres de Puerto Ordaz y gremialista resalta la importancia de priorizar la enseñanza en el ámbito económico y formativo, y dignificar la labor del docente para el desarrollo de la sociedad.

@g8che

Nancy Gómez inició el proyecto Colegio Los Próceres hace 40 años en Puerto Ordaz. En el trayecto se ha dedicado a la docencia y al campo gremial en la Asociación Nacional de Instituciones Educativas Privadas (Andiep) como vicepresidenta y presidenta.

En momentos donde la emergencia humanitaria, la crisis del combustible y la pandemia agravan de forma directa el sistema educativo en el país, su colegio, que cumple más de cuatro décadas, se mantiene como uno de los principales referentes de formación académica en el municipio Caroní.

Gómez relata cómo fue iniciar junto a su hermana un proyecto educativo y lo fundamental que fue el desarrollo industrial de Guayana para el crecimiento de su escuela, que sueña con que siga creciendo.

¿Cómo o cuándo supo que quería ser educadora?

Cuando yo me gradué de bachiller, yo soñaba estudiar en la universidad, pero aquí (en Puerto Ordaz) no había nada hasta que abrieron el politécnico. Salí seleccionada para ingeniería metalúrgica, llegué a séptimo semestre, pero entre más estudiaba, me daba cuenta que no me gustaba la carrera.

En el séptimo semestre conseguí trabajo en el Ministerio de Educación para laboral como profesora, me dieron un trabajo en el José Gabriel Machado en San Félix y ahí descubrí mi vocación de educadora.

Una sociedad avanza a medida que avanza su proceso educativo. Lo que tú inviertes en educación de tu hijo no es un gasto, lo estás preparando para la vida, para que sea un profesional y pueda aportar a la sociedad y generar riquezas”

Estaba enamorada de esa carrera y hablé con el director del colegio y me dijo que había un programa de formación docente para profesores no titulados, pero que tenía que cumplir tres años de servicio.

Me eché mis tres años y no continué estudiando metalurgia porque no me gustaba, hice un proceso de equivalencia y en año y medio saqué el título de profesora de matemática. Ahí empezó mi sueño de poder cristalizar lo que realmente me gustaba, que era tener una escuela propia.

¿Qué idea de proyecto tenía cuando se creó Los Próceres?

Me di cuenta de que habían muchas debilidades en las escuelas donde yo trabajaba y decía: yo quisiera tener algún día un colegio donde sea yo la que de las normas y pueda poner más orden en muchas cosas.

Y esa idea se me puso en la cabeza, hasta que Dios me abrió las puertas y pude abrir el colegio en el año 1981 con mi hermana. Alquilamos una casita en la calle Timote en el Campo A2 de Ferrominera (Puerto Ordaz) y empezamos con 80 niñitos de primaria.

Cecilio Acosta, Fermín Toro, Simón Rodríguez, Andrés Bello, Rómulo Betancourt son algunos de los próceres ubicados en la parte superior de la entrada al colegio

Al año, los que estaban en sexto grado querían estudiar con nosotros bachillerato y entonces alquilamos mi hermana y yo un edificio en la avenida Monseñor Zabaleta, presenté todo un proyecto en Sidor y me compraron 300 cupos para toda la plantilla de los trabajadores, y así pude pasar de 80 alumnos a cerca de 400 niños.

En el año 1986 nos mudamos a Los Olivos, compramos un terreno y edificamos este colegio.

¿Cómo era emprender en el sector educación privado en una región con especial acento en la inversión estatal? ¿Qué incentivos hubo en ese entonces? ¿Cuáles no existen hoy día?

Afortunadamente, cuando abrimos el Colegio Los Próceres había una expansión en Guayana con las empresas básicas. Había una inversión importante, estaba el plan IV de Sidor, venía mucha gente extranjera, muchos argentinos y necesitaban educación para los hijos.

Fue un momento crucial, ellos decidieron apostar en nosotros, nos dieron un aval dándonos una plantilla de alumnos, eso nos ayudó a nosotros desde el punto de vista financiero de poder reflotar y expandirnos. Si no hubiésemos tenido ese apoyo, hubiese sido imposible, porque no teníamos dinero tampoco.

Necesitamos 80 millones para poder construir el edificio en Los Olivos y nadie nos quería prestar dinero y fue una ayuda de Dios. Yo tenía un representante llamado Piero Benito que me decía: “¿cuándo vas a abrir la cuenta en el Banco Latino?”, y dije: “cómo le voy a abrir la cuenta si lo poquito que teníamos no nos alcanzaba para nada”.

Yo soñé con Piero Benito que me estaba entregando un cheque y entonces me fui para allá, nos atendió muy bien, se sentó y nos dijo: “supongo que vienen a buscar plata”. Nos dijo: “les puedo prestar 80 millones de bolívares”, era la cifra que estábamos esperando.

¿Consideras que estas oportunidades que usted tuvo están reducidas en el momento actual?

Sí están reducidas, pero el que busque a Dios… él le abre la puerta. 

La visión de colegio

Hoy cuando la emergencia humanitaria ha reducido al mínimo la educación, Los Próceres sigue tratando de no quedarse paralizado entre las carencias, las presiones y dificultades. Han tratado de adaptarse a las circunstancias sin dejar de lado la educación de calidad.

Para Gómez, la pared de trofeos que tiene en sus pasillos representa aprendizajes y experiencias de sus estudiantes en las actividades extracadémicas, las cuales a su vez aportan a su desarrollo como individuo.

¿De dónde surgió el nombre Los Próceres?

Yo quería un nombre grandioso, dije Los Emancipadores, Los Libertadores y luego ¡Los Próceres!… me salió así, me gustó, me sonó. En cada salón le había puesto un nombre de un prócer, Simón Bolívar, Páez, Landaeta. 

Hay un marcado acento militarista en la gestión pública. Por lo general, la historia patria pone el acento en los próceres militares y hay poca relevancia de los próceres civiles. ¿En dónde acentúa la educación Los Próceres? 

En los hombres y mujeres que lucharon por la libertad, por la justicia, por buscar un equilibrio en la nación. Simón Bolívar trató de poner orden porque éramos un pueblo muy pobre y sometido por el yugo español y él nos dio la libertad.

Cuando tienes el conocimiento, tienes libertad de conciencia para tomar las mejores decisiones. El tener el derecho a ejercer mis derechos, lo que como ser humano me corresponde. Derecho a la vida, a la educación, al respeto de mis ideas (…) siempre dentro de la justicia, el equilibrio… ¡y la obediencia a Dios!

¿Cuál es la visión de Los Próceres? 

Continuar brindando una educación de calidad y ser punto de referencia en la ciudad, en Venezuela y en el mundo, hasta ahora hemos trabajado en esa línea.

Una serie de trofeos y premios cubre casi seis metros de pared en el plantel. Reconocimientos por participaciones, logros deportivos, culturales y académicos durante 40 años

A nivel internacional nos hemos querido proyectar y lo hemos logrado. Nuestros muchachos ahorita de manera virtual participaron en un modelo de las Naciones Unidas, participaron unos alumnos del colegio que tenían que saber muy bien inglés, tuvieron encuentros con otros países y mis muchachos ganaron medalla de oro.

Cuando no había pandemia tuvimos experiencias maravillosas, teníamos un grupo de danza y fuimos a Lituania, hicimos una gira por Europa llevando el folklore venezolano.

¿Qué papel tienen estas actividades extraacadémicas en el desarrollo del individuo y en su desarrollo como ciudadano? 

Es importantísimo, cuando tienes oportunidad de salir de tu cascaron y te expandes y ves otras culturas, tu forma de ver la vida cambia.

La educación en emergencia humanitaria 

Gómez cree en la educación como eje fundamental del desarrollo humano y de la sociedad, por lo que insiste debe ser prioridad, tanto para los padres como para el Estado.

¿Cómo dimensiona el daño causado a la sociedad luego de una década de bajos incentivos para el oficio docente y una pauperización de la escuela como eje central de socialización y cambio? 

Es gravísimo, una sociedad avanza a medida que avanza su proceso educativo. Lo que tú inviertes en educación de tu hijo no es un gasto, lo estás preparando para la vida, para que sea un profesional y pueda aportar a la sociedad y generar riquezas.

Por eso debe haber tanta prioridad en la educación (…) una sociedad con hombres y mujeres que no están preparados para aportar y generar riquezas, están condenados al horror, a la miseria, a la pobreza.

Mencione tres acciones impostergables en lo legislativo, en lo público y en lo privado para encauzar un proyecto educativo que apunte al bienestar colectivo de Ciudad Guayana 

El Estado desde el punto de vista legal debe darle una protección especial a la educación, debe impulsar la educación para que sea accesible a todos los ciudadanos, debe garantizarse como un derecho humano y debe cumplirse, que los recursos de la educación no se dilapiden en cosas menos importantes.

Una sociedad con hombres y mujeres que no están preparados para aportar y generar riquezas, está condenada al horror, a la miseria, a la pobreza”

Los educadores venezolanos están ganando muy mal, los colegios privados estamos pagando muy encima de lo que está cobrando un docente en el sector público.

Desde el punto de vista educativo, ponernos de acuerdo todos los sectores. Propuestas que nazcan del colectivo, de personas que tengan experiencia para aportar y mejorar. Es importante la comunicación con los distintos actores porque todos tenemos que ver con la educación. No se puede tomar decisiones aisladas, no puede tomar decisiones el Ejecutivo solo sin consultar a otros actores.

El guayanés y exministro de Educación, José Siso Martínez, afirmaba que “la educación debe ser una conjunción armónica de equilibrio”. Le pregunto a usted, que ha sido educadora, gremialista y gerente, ¿cuáles son los puntos de equilibrio necesarios para preservar e impulsar la enseñanza? 

Debemos tener claro cuál es la meta, la visión clara de qué es lo que queremos como país, ponernos de acuerdo y es para allá que vamos, ser innovadores.

El ponernos de acuerdo, ponernos de acuerdo con el Estado, en la visión que queremos.

El prestigioso filósofo y pensador italiano, Nuccio Ordine, dijo al principio de la pandemia que “cuando las escuelas están cerradas, no tenemos más elección que utilizar los medios, las clases a distancia, para mantener viva la relación con nuestros estudiantes”. Las clases remotas en Venezuela configuran un desafío aparte. ¿Cómo lo encararon? ¿Cambió para siempre la educación? ¿De qué forma lo ven en Los Próceres? 

A nosotros nos tocó, y todo el mundo tuvo que ingeniárselas sin estar preparado. Al principio los profesores con más de 50 años que tenemos en el colegio querían explicar en la pizarra, después poco a poco entendieron que había otros programas y se han modernizado.

Nos ha obligado a tener que ser creativos, a reinventarnos a tener que darle cursos de manejo de tecnología a los docentes, hemos tenido que hacer inversiones en ese sentido.

Las herramientas en línea estaban allí y no las usábamos, y vinieron para quedarse. Es otro recurso que hay que utilizar. 

¿Cómo visualiza un modelo educativo (de negocios) sustentable en la zona ante la ruina del centro del aparato productivo de Guayana que eran las empresas básicas? 

Hay un falso concepto de que la educación es gratuita y de calidad, eso está en la Constitución, pero el deber es del Estado que tiene una partida para eso, porque los ciudadanos pagamos impuestos, entonces el problema de los recursos humanos y económicos es fundamental.

La familia tiene que entender que la educación no es gratuita, tiene un costo, o la paga el Estado o la paga el usuario, pero alguien tiene que pagar.

Hemos tenido que reinventarnos, todo lo que no se puede hacer, no se hace. Así como cuando en casa dicen que solo podemos comer pan y no comer carne, así estamos las escuelas.

¿Cómo se ajusta la gerencia educativa privada a la discrecionalidad en la aplicación de leyes educativas? 

Es muy difícil, hay que trabajar apegado a la ley. Los controles son muy rígidos, la escuela privada es muy muy supervisada, nos supervisan los papás, el Estado, el Ministerio de Educación.

Se está perdiendo una generación, intelecto, capacidades, recursos humanos, futuro para la nación. Necesitamos hacer un esfuerzo para reconstruirnos como país, haciendo el trabajo lo mejor que podamos para enamorar a la gente y que se quede en Venezuela”

Aquí las decisiones se tienen que tomar en grupo, aquí hay una junta directiva pero no puede tomar decisiones unilateralmente (…) Al único sector que se le consulta al usuario el monto que se debe pagar es el educativo, ni en las clínicas.

Yo siempre me he preguntado ­por qué si la educación es una prioridad, pero la salud lo es mucho más porque es la vida, en la clínica privada si tú no pagas por adelantado, no entras (…) En los colegios no podemos hacer eso. Muchos controles. 

Viendo cómo la carrera educativa ya no es atractiva para los jóvenes bachilleres. ¿Que considera que se debe hacer para cambiar esto? 

Hay un componente también emocional, actitudinal, porque docente no puede ser cualquiera. Si alguna profesión necesita vocación es la docencia, si no va a ser un fracaso. Un buen maestro modela a que otros niños puedan ser maestros.

Es importante que hagan una campaña hacia la vocación docente en los liceos, que vengan maestros y hablen de la importancia de la carrera, pero hay que dignificar los sueldos y salarios. Por ahí hay que empezar, los salarios son tan deprimidos.

A 2 dólares llega el sueldo. ¿Quién te puede trabajar así? mínimo un docente debería ganar entre 60 y 120 dólares, no puede menos, porque no te alcanza para nada. ¿Cómo dignificas la vida de una persona si no le pagas para que tenga un estatus de vida decente? Si van a tener una miseria de sueldo no es atractivo tampoco.

Los Próceres ha sido la escuela de muchos profesionales que terminaron aportando al país. ¿Ha visto cómo esto se ha visto reducido por la migración de jóvenes? ¿Qué sensación le deja esto? 

Nuestros alumnos graduados, montones que no están aquí, están aportando a otra cultura, pero todavía hay un semillero, los que se quedan siempre le vamos a dar los mismos valores y formación.

Algunos se están yendo a otras latitudes, porque no le están viendo futuro al país. Es triste, hay una diáspora de muchos jóvenes. Es más, tenemos información que hay alumnos que están matriculados en esta escuela y en otras que no están en el país, están conectándose porque les conviene que le demos después “el papelito”.

La imagen de Simón Bolívar aparece en varias paredes del Colegio Los Próceres. Gómez destaca su labor histórica en la libertad de Venezuela

Es terrible, se está perdiendo una generación, intelecto, capacidades, recursos humanos, futuro para la nación. Necesitamos hacer un esfuerzo para reconstruirnos como país, haciendo el trabajo lo mejor que podamos para enamorar a la gente y que se quede en Venezuela.

Es desde aquí que tenemos que empezar a reconstruir, pero nos estamos quedando solos.

¿Qué la motiva a seguir adelante? 

Mi vocación de servicio, la responsabilidad que me ha dado Dios de amar y de hacer bien, haciendo lo que tengo que hacer mientras esté viva. No puedo bajar la guardia.

Ping-pong 

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Los Próceres: Mi meta de vida

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