


Tenía ocho años viviendo en Guayana cuando vi nacer al Correo del Caroní. Y ya está cumpliendo 47 años.
Desde ese mismo instante se convirtió en un fiel y consecuente compañero de la vida cotidiana de esta ciudad. Fue, como dicen por ahí, amor a primera vista. Desde ese entonces, el Correo, como familiarmente lo llamamos, ha seguido siendo un acompañante indispensable en el quehacer diario de nuestras vidas. Lo hemos visto crecer, cambiar de formato, aumentar el número de cuerpos, también disminuir su volumen por falta de papel. Hemos compartido crisis serias como la pandemia, desaparecer en “físico”, pasar a formato digital, pero, independientemente de todos esos aconteceres seguimos juntos adelante sin fallar un solo día.
Su director, el doctor Natera, ha sido muy enfático al afirmar “que aquí nos quedamos porque el Correo es un patrimonio de los guayaneses”, y así lo sentimos todos aquellos que día a día leemos sus páginas para informarnos, con la certeza y pulcritud que siempre lo ha caracterizado, de las noticias que ocurren en nuestro entorno.
Vaya mi afectuoso saludo y felicitaciones al personal directivo y administrativo, a los periodistas, a los columnistas y a todo su personal por ese año más de vida que nos han regalado a los que vivimos en esta tierra de gracia.