Taylor Fritz continúa siendo la gran esperanza del tenis masculino de los Estados Unidos para volver a levantar un trofeo de grand slam, algo que se les niega a los estadounidenses hace 21 años.
Esa sequía en los singles de hombres, desde que Andy Roddick se adueñó del US Open de 2003, puede encontrar su fin esta semana en el mismísimo Flushing Meadows a juzgar por el paso triunfal del californiano.
Este martes, el jugador nacido hace 26 años en San Diego postergó al alemán Alexander Zverev (4°) por 7-6 (7-2), 3-6, 6-4 y 7-6 (7-3) en un partido por los cuartos de final jugado en el estadio Arthur Ashe, al cabo de 3 horas y 26 minutos, y es el primer semifinalista del Abierto de su país.
“Me siento increíble. Tuve muchos cuartos de final en el pasado, pero hoy sentí que era mi momento (de llegar a las semifinales). Es fantástico poder lograrlo aquí, en esta cancha, con esta gente”, fueron las primeras palabras de Fritz, ovacionado desde cada rincón de un estadio que despidió de manera indiferente a un desmoralizado Zverev.
“Creo que los fanáticos quieren que juegue con Frances, porque eso aseguraría a un estadounidense en la final y podría ser una locura, pero yo estoy listo para el rival que sea”, agregó Taylor. Frances Tiafoe (20°) se medirá esta misma noche, no antes de las 21.15, con el búlgaro Grigor Dimitrov, el noveno favorito del certamen, para definir el segundo semifinalista.
