París.- El tenista noruego Casper Ruud y el alemán Alexander Zverev se enfrentarán este viernes en la segunda semifinal del cuadro individual masculino de Roland Garros, segundo ‘Grand Slam’ de la temporada y que se disputa sobre tierra batida, gracias a sus respectivas victorias sobre el danés Holger Rune (6-1, 6-2, 3-6, 6-3) y el argentino Tomás Martín Etcheverry (4-6, 3-6, 6-3, 6-4).
Ruud, vigente subcampeón del torneo parisino, cerró la jornada en la pista Philippe Chatrier con un triunfo en 2 horas y 44 minutos. El noruego comenzó muy acertado, rompiendo de inmediato el saque de su rival y colocándose 3-0 arriba. Aunque Rune levantó un 0-40 en el cuarto juego, estrenando marcador, no se vio espoleado y cedió el set.
De hecho, el danés perdió nuevamente su saque en el arranque de la segunda manga, que Ruud se puso en franquía consolidando ‘ipso facto’ esa ventaja. La reacción de Rune llegó en el tercer set, exhibiendo un favorable 69 % de puntos ganados con el segundo servicio. Se situó 0-3 y dejó encauzado ese triunfo parcial, pero tocaba remar bastante.
A pesar de que el cuarto set vivió un inicio de poder a poder, la mayor experiencia de Ruud en estas lides le sirvió para controlar los pequeños detalles y hacer ‘break’ en el cuarto juego (3-1). Igualmente consolidó el noruego al siguiente turno y aceleró hasta sellar su billete para las semifinales.
En esa ronda se cruzará con Zverev, a gran nivel durante todo el torneo y verdugo de Etcheverry unas horas antes, todavía en la sesión matutina de la jornada. Sin demasiadas alternativas para cada jugador al resto, el punto de inflexión en su primer set ocurrió en el ‘break’ del séptimo juego (4-3) a favor del alemán.
Así, su consolidación le granjeó renta suficiente para amarrar el parcial. Sin embargo, el argentino no se amilanó y devolvió la ‘moneda’ a su oponente en el segundo set; quebró en el sexto (2-4) y en el octavo (3-5), adjudicándose dicha manga e incluso empezando la posterior con un 0-2 arriba.
Zverev respondió a tiempo de empatar (2-2), quebrar en el sexto juego (4-2) y llevarse el set en 48 minutos. Para la cuarta y a la postre última manga, se repitió la dinámica del set inaugural. En el séptimo juego, el teutón rompió a su adversario para dar un golpe sobre la mesa y anotarse definitivamente el triunfo en 3 horas y 25 minutos.