Washington.- Los Padres han recibido muchos golpes en los primeros 50 juegos de la temporada. Sin embargo, ninguno como el del séptimo inning el jueves. Los Nacionales conectaron siete hits seguidos para anotar cinco carreras, dejando a sus rivales aturdidos.
Dos entradas más tarde, los Padres estaban muy cerca de perder su sexta serie consecutiva y la tercera al hilo contra un equipo sotanero. Se encontraban cinco juegos por debajo de .500 y a punto de sufrir su peor derrota del año. Estamos apenas a finales de mayo, ¿pero era posible que su temporada estuviera tambaleándose?
Fue allí cuando apareció Rougned Odor.
En un equipo lleno de superestrellas con la nómina más grande en la historia de la franquicia, es el venezolano Odor – que llegó al club con un contrato de ligas menores esta primavera – quien se ha convertido en el bateador más fiable de los Padres últimamente. Por supuesto, Odor conectó un jonrón de tres carreras con dos outs en la novena entrada, liderando una notable victoria de San Diego 8-6 en el Nationals Park.
“Alguien tiene que empezar”, dijo Odor después. “Ese tipo soy yo. Ahora vamos a arrancar”.
Los Padres sólo pueden esperar que esta fue la victoria que pondrá su campaña en la dirección correcta.
“Sí, no fue el mejor juego”, dijo Jake Cronenworth, cuyo sencillo inició el rally ganador. “Pero lo que hicimos en la novena entrada, para volver, poner juntos un montón de buenos turnos, eso es algo de lo que nos tenemos que agarrar”.
Cronenworth comenzó la novena con una feroz batalla de ocho lanzamientos contra el cerrador de los Nacionales, Hunter Harvey. Pegó fouls ante tres pitcheos consecutivos en dos strikes, uno de los cuales fue con un swing tan defensivo que la bola casi le pegó al dominicano Juan José Soto en el círculo de espera.
Tras el sencillo de Cronenworth, Soto hizo lo propio. Soto tomó un boleto en cada una de sus primeras cuatro visitas al plato, pero cuando Harvey le dejó un splitter colgando, Soto lo mandó de hit a la derecha. En su segundo viaje a Washington desde el cambio del verano pasado, Soto terminó la semana embasándose en 11 de 14 apariciones en el home, incluyendo siete veces por boleto. Pero no hay que dejarse engañar por su paciencia.
“Me digo a mí mismo: ‘Agresivo todo el tiempo’”, contó Soto. “Acepto las bases por bolas. Pero al final del día, tomo boletos porque son lanzamientos en bola. No tomo bases por bolas porque quiero. Quiero batear”.
El sencillo de Soto puso hombres en primera y segunda sin outs, pero los Padres continuaron su reciente tendencia – bueno, en este punto, ya no es sólo una tendencia – de no producir con corredores en posición de anotar. Xander Bogaerts y Matt Carpenter se poncharon, dejando al equipo con un promedio de .182 con gente en posición anotadora esta campaña.
Claro que, últimamente, cualquier déficit parece enorme para los Padres. La novena de San Diego no había superado un déficit en un juego desde el 5 de mayo. En el octavo inning, dejaron en base a Brandon Dixon, quien abrió la entrada con un doble. Parecían estar a punto de dejar otros dos corredores varados en el noveno.
Pero Odor — que ahora tiene linea ofensiva de .409/.480/.818 desde el día en que Machado se lesionó – no había perdido la fe de que las cosas cambiarían. Conectó un cuadrangular en la derrota del miércoles y luego dijo que solamente hacía falta “un juego” para empezar a dar ese giro.
Al día siguiente, lo recalcó.
“Lo dije”, manifestó Odor. “Basta con un juego para empezar a carburar. Ya veremos mañana”. mlb.com