Madrid.- El italiano Francesco «Pecco» Bagnaia (Ducati Desmosedici GP23) podrá estar, aunque «tocado», en la carrera «de casa», el Gran Premio de San Marino de MotoGP que se disputa este fin de semana en el circuito «Marco Simoncelli» de Misano Adriático y que será la última cita antes de un largo periplo transoceánico con siete pruebas en nueve semanas.
Su espectacular accidente en el circuito de Barcelona/Cataluña se saldó con numerosas contusiones pero sin ninguna fractura, lo que le permitió viajar el mismo domingo con su equipo de regreso a Italia para recuperarse lo más rápidamente posible.
Para Bagnaia resulta muy importante disputar la carrera italiana, en primer lugar por ser la carrera «de casa», pero también para defender los 50 puntos de ventaja que tiene sobre su inmediato perseguidor, el español Jorge Martín (Ducati Desmosedici GP23), y ante la proximidad de un periplo transoceánico que no ha de permitir errores.
El líder del campeonato del mundo y vigente campeón del mundo, muy probablemente no se encontrará al ciento por ciento físicamente, pero al menos podrá defender de la mejor manera posible sus intereses.
No será el caso de su compañero de equipo, Enea Bastianini, que se cayó en la curva uno del trazado de Barcelona/Cataluña y tuvo que ser intervenido quirúrgicamente en el Policlínico de Módena de sus fracturas, lo que le mantendrá de baja en las citas de San Marino, India y Japón.
Bastianini no afronta la mejor de sus temporadas, pues ya en la primera cita de la temporada en Portugal se rompió la escápula y estuvo varios meses de baja, a la que ahora se une esta nueva lesión, que obligará al equipo Ducati a buscar un sustituto, probablemente su piloto probador, el italiano Michelle Pirro, hasta su regreso.
Así, «Pecco» Bagnaia tendrá que intentar sacar el mayor rédito posible de puntos en tales circunstancias ante unos rivales, los pilotos oficiales de Aprilia, los españoles Aleix Espargaró y Maverick Viñales, cada vez más crecidos y efectivos con los nuevos prototipos de la RS-GP.
Tanto Espargaró como Viñales parecen estar en condiciones de dar la réplica a la multitudinaria representación de Ducati, el otro gran enemigo en las aspiraciones de Bagnaia de defender con éxito su título mundial.
Jorge Martín acabó sobre el podio del trazado de Barcelona/Cataluña y buscará continuar con su racha de resultados para «restar» diferencias al líder del campeonato, como también el italiano Marco Bezzecchi (Ducati Desmosedici GP22), además del surafricano Brad Binder (KTM RC 16) o el francés Johann Zarco (Ducati Desmosedici GP23).
En esa misma relación también se podría incluir al italiano Luca Marini (Ducati Desmosedici GP22) por su condición de «local» y hermanastro de Valentino Rossi, el australiano Jack Miller o el español Alex Márquez (Ducati Desmosedici GP22), que aspira a concluir la temporada en el «top cinco» y, por qué no, a luchar por el título mundial de la categoría, en un futuro no tan lejano.
El portugués Miguel Oliveira (Aprilia RS-GP) o el español Augusto Fernández (Gas Gas RC 16), son otros de los pilotos que podrían pelear por entrar en el «top diez» de la carrera italiana sin demasiados problemas.
Todos ellos cuentan con el potencial técnico suficiente como para estar en la lucha, cuando menos, por el podio unos y por el «top diez» los otros, algo a lo que por ahora no parecen poder aspirar ni los pilotos de Yamaha, el francés Fabio Quartararo y el italiano Franco Morbidelli, ni los de Honda, los españoles Marc Márquez y Joan Mir.
Aunque el interés en ellos estará centrado, sobre todo, en los prototipos de 2024 y las mejoras que puedan traer sus respectivas fábricas para el test que se realizará al día siguiente del gran premio italiano.
Esos test de Misano Adriático pueden ser muy importantes para el futuro deportivo de todos ellos, pues salvo Franco Morbidelli, que ya sabe que no continuará en Yamaha en 2024, el resto de pilotos, aún teniendo contrato para la siguiente temporada, podrían cambiar de opinión en función del resultado de esas pruebas.
No dejan de ser meras suposiciones, pero todo apunta a que más allá del resultado del Gran Premio de San Marino, resultará muy significativo el desarrollo de los test posteriores al mismo.