París.- La cita estaba marcada en rojo en la agenda de Roland Garros, el cruce en cuartos de final entre el serbio Novak Djokovic y el español Rafael Nadal, los dos grandes dominadores del circuito de los últimos años. Ambos confirmaron este domingo su presencia en ese duelo estelar.
El serbio, número 1 del mundo lo hizo con la misma superioridad que viene demostrando desde el inicio del torneo, tras derrotar al argentino Diego Schwartzman, 6-1, 6-3 y 6-3. El español, trece veces ganador en París, con más problemas y tras verse obligado a jugar cinco sets por tercera vez en su carrera en París, contra el canadiense Felix Auger-Aliassime, 3-6, 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3.
El otro cuarto de final medirá al alemán Alexander Zverev, tercera raqueta del mundo, contra el español Carlos Alcaraz, sexta, en una reedición de la pasada final de Madrid donde se impuso el segundo.
Pero los focos estarán en el duelo más repetido de la historia del tenis, que tendrá su episodio 59, el décimo en París, una nueva historia que contar y, al tiempo, tantas veces contada.
Nadal reconoció que Djokovic llega como favorito, por su estado de forma, su racha de nueve triunfos desde el pasado torneo de Roma y porque tiene la confianza plena.
Lo sufrió Schwartzman, que firmó la séptima derrota contra el serbio en otros tantos duelos, víctima del buen momento que atraviesa el número 1, que persigue su tercera corona en París e igualar así a 21 grandes con Nadal.
El español, que busca su decimocuarto Roland Garros, tratará de frenar esa carrera, sabedor de que para ello tendrá que elevar mucho el nivel que ha traído hasta París, donde llegó sin rodaje por culpa de las lesiones y sin ningún título en las alforjas.
Una falta de ritmo que se notó frente a Auger-Aliassime, 9 del mundo a sus 21 años, que le complicó el duelo de octavos y le llevó, por tercera vez en su carrera, a disputar cinco sets en ese escenario.
La experiencia del español acabó por decantar el partido de su lado, pero los problemas que demostró aparecen como una seria advertencia de cara al duelo contra el serbio, que será menos indulgente que el canadiense.
En tres sets avanzó también Zverev, en un marcado que esconde los problemas que tuvo para vencer al español Bernabé Zapata, el último superviviente de la fase previa, 131 del ránking antes de llegar a París, que vendió cara su piel en el primer duelo de octavos de un grande de su carrera.
El español tuvo tres bolas de set en el primer parcial y por momentos dominó el segundo, pero la experiencia del germano acabó por imponerse, 7-6(11), 7-5 y 6-3.
Su rival por un puesto en las semifinales será Alcaraz, que confirmó su condición de sensación de este torneo con un triunfo contundente ante el ruso Karen Khachanov, 6-1, 6-4 y 6-4.
El español jugará por vez primera unos cuartos en París tras haberlos disputado en el pasado Abierto de Estados Unidos y se convierte a sus 19 años en el más joven en alcanzar esa ronda en dos grandes desde que en 1993 lo hiciera el ruso Andrey Medvedev.
Será una reedición de la final del torneo de Madrid, el segundo Masters 1.000 que conquistaba el español tras el de Miami.
Es el único precedente entre ambos sobre arcilla, tras los dos que jugaron en pista dura en 2021, con triunfo del alemán.
En el cuadro femenino los cuartos los jugarán la italiana Martina Trevisan frente a la canadiense Leylah Fernandez y las estadounidenses Coco Gauff y Sloane Stephens.
Esta última, finalista en 2018 y actual 64 del mundo, derrotó en octavos a la suiza Jil Teichmann, 23 del ránking, 6-0 y 6-2, mientras que Gauff, 18 del ránking de 18 años, que jugará por segunda vez consecutiva los cuartos en París, se impuso a la belga Elise Mertens por 6-4 y 6-0.
La italiana Trevisan, de 28 años y 59 del ránking, también jugará los cuartos por segunda vez, tras haberlo hecho en 2021. Se clasificó tras derrotar a la bielorrusa Aliaksandra Sasnovich, 47 del mundo a sus 28 años, 7-6(10) y 7-5.
Su rival será la canadiense Fernandez, que se está convirtiendo a sus 19 años en una de las sensaciones de los últimos meses, tras haber alcanzado el año pasado la final del Abierto de Estados Unidos.
Para meterse en los primeros cuartos en París derrotó a la estadounidense Amanda Anisimova, 28 del mundo a sus 20 años, semifinalista en 2019, 6-3, 4-6 y 6-3.