Baréin.- El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) defiende un título que desea recuperar el séptuple campeón inglés Lewis Hamilton (Mercedes) en el Mundial de Fórmula Uno, que arranca este fin de semana con el Gran Premio de Baréin, un campeonato en el que Ferrari, la escudería de Carlos Sainz, apuntará alto y en el que el otro español, el bicampeón Fernando Alonso, espera seguir desarrollando ‘el Plan’, si se hace efectivo el progreso de su equipo, Alpine.
Verstappen, de 24 años, que ‘aparca’ el 33 y defenderá corona con el número 1 -el que hasta hace nueve años acreditaba al campeón del mundo-, ganó hace poco más de tres meses el Mundial más apretado de los últimos años, destronando al siempre reinvindicativo Hamilton, de 37, que pretende convertir en compuesto su apellido, uniéndole el de su madre, Larbaselier. Un certamen que no se resolvió hasta la última vuelta de la última carrera, en Abu Dabi, a la que ambos contendientes llegaron empatados a puntos y que concluyó con una gran polémica.
Mercedes, que presentó justo después de la última prueba dos (desestimadas) apelaciones -por considerar irregular el procedimiento del coche de seguridad que entró en pista y acabó alterando el orden de los dos primeros puestos en el último giro, en favor de ‘Mad Max’- se conformó con ganar por (inédita) octava ocasión consecutiva el Mundial de constructores. Pero por primera vez en ocho años la escudería alemana dejó ganar el de pilotos, que se anotó seis veces con las ‘flechas plateadas’ (la primera, en 2008, lo hizo con McLaren) el astro británico.
La controversia acabó con la salida del australiano Michael Masi del puesto de director de carrera: posición que ahora ocupará el duo integrado por el alemán Niels Wittich y el portugués Eduardo Freitas.
Red Bull no se conforma con haber destronado a Hamilton. Con el cambio de reglamento, aspira a abrir una nueva era gloriosa, similar a la que encabezó el alemán Sebastian Vettel (ahora en Aston Martin) y en la que, gracias a la genial aportación del inglés Adrian Newey -el gurú de la aerodinámica-, encadenó cuatro ‘dobletes’ (mundiales de pilotos y constructores) entre 2010 y 2013.
Visto lo visto en los test de pretemporada, en Montmeló (Barcelona) y en Sakhir, el circuito de las afueras de Manama que albergará la primera prueba del campeonato, Newey no debe de andar muy alejado de haber dado de nuevo con la tecla.
A grandes rasgos, la nueva reglamentación busca, eliminando la prohibición del efecto suelo, soluciones aerodinámicas que hagan que los coches no sean tan dependientes de los alerones -sobre todo del delantero-, que causan turbulencias en los monoplazas que ruedan detrás. Los neumáticos aumentaron su diámetro de 13 a 18 pulgadas, con lo que también cambian las suspensiones y los difusores son más grandes, para extraer más rápido el aire del suelo.
La reciente ampliación del contrato de Verstappen hasta 2028 refrenda la idea de que Red Bull y la joven estrella neerlandesa se imaginan un brillante futuro en común, en busca de un definitivo ‘cambio de ciclo’. Algo que quiere evitar Hamilton que, tras igualar los siete títulos del alemán Michael Schumacher hace dos temporadas, aún aspira a convertirse en el primer octocampeón de la historia. Añadiendo éste a sus otros dos grandes récords históricos en la F1, los de ‘poles’ y victorias que en ambos casos se elevan a 103.
El excéntrico y espectacular campeón de Stevenage -que este año estrena compañero, su compatriota George Russell- se lamentó, después de las pruebas de la semana pasada, por no tener aún el coche que desea. Y apuntó que sus problemas «no se resolverán en una semana». Pero nadie duda de que Mercedes estará, de nuevo, en la lucha.
Ferrari, la escudería más laureada de la historia, pero que no gana el Mundial desde 2007 -gracias al recién retirado finlandés Kimi Raikkonen- parece acercarse al lugar que quiere y estará al quite. Así se desprende de unos test en los que la ‘Scuderia’ parece haber dado un importante salto cualitativo y que pusieron de moda el anglicismo ‘porpoising’, que refiere al bote de los monoplazas cuando alcanzan grandes velocidades y que fue uno de los principales problemas que tuvieron que resolver todos durante la pretemporada.
El monegasco Charles Leclerc encabezó una vez la tabla de tiempos, fue dos veces segundo y otra más, tercero; mientras que Sainz fue primero, segundo y tercero en tres de las seis jornadas de probaturas.
La pasada temporada, su séptima en la F1 y la de su debut en Ferrari, Sainz, de 27 años, acabó quinto el Mundial: dos puestos por delante de su compañero. Y al sumar cuatro, el talentoso piloto madrileño elevó a seis su relación de podios desde que compite en la categoría reina.
Alpine comenzó con problemas en Barcelona y arrancó con dudas los test de Baréin, donde Esteban Ocon y Alonso acabaron contentos después de los dos últimos días de probaturas. El francés completó 111 vueltas y fue quinto la penúltima jornada, mientras que el doble campeón mundial asturiano -autor de las 32 victorias que cuenta hasta la fecha España en la F1- cerró las sesiones de pruebas con una de 122 giros y el tercer tiempo: por detrás de Verstappen -el más rápido- y de Leclerc y justo por delante de Russell.
Tras dos temporadas ausente -en las que ganó (dos veces) las 24 Horas de Le Mans (Francia), el Mundial de resistencia (WEC) y las 24 Horas de Daytona (EEUU) y debutó en el Rally Dakar- Alonso, regresó el año pasado a la F1, para readaptarse a la categoría y en espera de mejores oportunidades en espera del cambio de reglamento. Acabó décimo, un puesto por delante de su joven compañero galo y, tras admitir a Efe en Austria que cree que «llegará antes el podio 100 que la victoria 33», elevó a 98 su relación de ‘cajones’ en la división de honor del automovilismo, al acabar tercero en Lusail (Qatar): siete años después de haber firmado el anterior, en Hungría y en 2014.
Se habla mucho de ‘El Plan’ y aún no está del todo claro en qué consiste -aparte de ser una inesperada, sorprendente y muy exitosa campaña de mercadotecnia-, aunque en términos deportivos parece que la escudería gala buscará, de momento, podios, sin renunciar a victorias. Una cosa es, sin duda, significativa: Alonso da la impresión de estar contento.
El genial piloto asturiano, de 40 años, regresa a Sakhir, un circuito en el que ganó tres veces: en 2005 y 2006 -los cursos que se anotó el Mundial, con Renault- y en 2010, con Ferrari, cuando se convirtió en el cuarto piloto de la historia, después del estadounidense Mario Andretti, del inglés Nigel Mansell y de Kimi, en ganar el día de su debut con la ‘Scuderia’.
En la pista de las afueras de la capital bareiní, de 5.412 metros y a la que el domingo está previsto dar 57 vueltas, para completar un recorrido de 308,2 kilómetros, se rodará a partir del viernes. En unos entrenamientos que se completarán el sábado, horas antes de la calificación que ordenará la parrilla de la carrera. En la que, por primera vez en los 73 años de la historia de la F1, participará un chino: Zhou Ganyu, con la escudería Alfa Romeo.
En el primero de los 22 Grandes Premios -estaban previstos 23, pero Rusia, sancionada tras la invasión de Ucrania, se cayó (al igual que el ruso Nikita Mazepin, sustituido en Haas por el danés Kevin Magnussen)- se rodará con la gama de compuestos más rígidos: los C1 (duro, reconocible por la raya blanca), C2 (medio, raya amarilla) y C3 (blando, roja).
Baréin es el escenario en el que también festejó el mexicano Sergio Pérez uno de sus dos triunfos en la categoría reina, en la que afronta su duodécima temporada, la segunda con Red Bull: escudería en la que será de nuevo compañero del campeón mundial neerlandés.
‘Checo’, nacido hace 32 años en Guadalajara (Jalisco), acabó cuarto el año pasado, en el que, además de ganar en Azerbaiyán elevó a 15 su relación de podios en la F1.
El bravo piloto tapatío también pedirá cartas en Baréin, la primera carrera de un Mundial que se reanudará sólo una semana después, en Arabia Saudí y que, en espera de que se pueda anunciar una sustituta para la excluida Rusia, integran, de momento, 22 carreras. Entre ellas, el debutante Gran Premio de Miami (EEUU), el 8 de mayo; el de España, en Montmeló (Barcelona) y el 22 de ese mes; y el de México, en el Autódromo Hermanos Rodríguez de Ciudad de México, que el 30 de octubre albergará la antepenúltima carrera de un certamen que se cerrará el 20 de noviembre, de nuevo en Abu Dabi.