Barcelona.-
Cuestionado en este inicio de temporada por su supuesta falta de forma y, sobre todo, de acierto, el uruguayo Luis Suárez se reivindicó éste domingo como gran líder del Barcelona en ausencia de Lionel Messi.
Lo hizo con un fabuloso «hat-trick» ante el Real Madrid que, además de hacer olvidar al astro argentino, ajustició de manera cruel al eterno rival.
Habitualmente inspirado ante los blancos, el incansable Luis Suárez fue éste domingo toda una pesadilla para los dirigidos por Julen Lopetegui, que nunca encontraron la fórmula para poder pararlo.
Dinámico y ambicioso, el delantero «charrúa» se movió como siempre, generó espacios y se ofreció. Pero, en ausencia de Messi, buscó más el gol. Y lo encontró.
Primero, de penal, tras una acción que protagonizó él mismo y señaló el VAR. El árbitro del clásico español no había apreciado pena máxima en el forcejeo que el uruguayo mantuvo con Raphael Varane. Pero, tras revisar las imágenes, el colegiado corrió al punto de castigo y Suárez no dudo ni un instante en patear.
Con un disparo muy ajustado al palo que casi rozó Thibaut Courtois, el 9 abrió su cuenta goleadora marcador. Y se jugó la amarilla en su celebración.
Eufórico, el delantero uruguayo no desaprovechó la ocasión para festejar su reciente paternidad levantando su camiseta oficial para mostrar otra con la que dio la bienvenida a su tercer hijo.
«Bienvenido Lauti» rezaba la prenda sobre una foto de sus otros dos hijos con el recién nacido Lautaro.
Ambos lo contemplaban éste domingo desde el palco del Camp Nou, sentados muy cerca de Messi, y para ellos fue el saludo con la mano de Luis Suárez tras el festejo con sus compañeros.
«Esta semana nació mi tercer hijo y que sus hermanitos hayan querido venir conmigo me hace muy feliz. La mamá (Sofía Balbi) y Lauti lo habrán visto en casa», dijo después del encuentro.
Si ese primer tanto de Luis Suárez, que permitió al Barcelona abrazar el descanso con una cómoda ventaja, fue importante, más lo fue todavía el segundo, que sentenció definitivamente al Real Madrid cuando los blancos amenazaban con empatar.
«Con el 3-1, el partido se acabó para nosotros», asumió Lopetegui tras el que pudo ser su último partido como entrenador del Real Madrid.
Como de costumbre, el delantero uruguayo estaba en el lugar preciso para cabecear de manera impecable el buen centro desde la derecha de Sergi Roberto.
Suárez celebró su primer doblete en lo que va de temporada consciente de que podía haber sentenciado al Real Madrid y, probablemente, a su entrenador: corrió hasta donde estaban sus hijos y, esta vez, los saludó de cerca.
Pero no contento con ello, el «cazador» uruguayo aprovechó un error defensivo de Sergio Ramos para anotar su primer «hat-trick» en ocho meses y rematar definitivamente un clásico que se cerró con un quinto gol, el del chileno Arturo Vidal.
También entonces, en uno de los córners del Camp Nou, Luis Suárez aludió a su tercer hijo chupándose el dedo, como si tuviera un chupete.
«El trabajo de Luis siempre está ahí. Pensé que éste domingo no me ibais a preguntar por él o, en todo caso, por su ‘hat-trick'», respondió Ernesto Valverde preguntado por el «charrúa» en la rueda de prensa posterior al primer clásico que, en el último decenio, no vio a Messi ni a Cristiano Ronaldo sobre la cancha.
En las últimas semanas, el entrenador del Barcelona se había cansado de responder a preguntas sobre el escaso acierto del delantero uruguayo que, hasta éste domingo, apenas contaba cuatro goles en la Liga -dos de ellos de penal- y ninguno en la Champions.
Con los tres tantos de éste domingo, Luis Suárez no sólo elevó a nueve su particular cuenta frente al Real Madrid con la camiseta azulgrana, sino que confirmó que el paso adelante que pidió a todos Valverde para suplir la ausencia de Messi, él ya lo dio.
«Messi es un plus y tenemos que estar orgullosos de tener el mejor jugador del mundo en nuestras filas. (Pero) demostramos que somos un gran equipo y que tenemos un gran entrenador en el banco», afirmó el delantero «charrúa» elogiando a Valverde.- Por Dpa