Caracas.- “¡León, león, león…leónn…!” Coreando este tradicional cántico, al unísono, se podía ver abandonar a los parciales caraquistas las instalaciones del Estadio Universitario la tarde de este domingo. La algarabía se debía a una sola razón: su equipo, Leones, acababa de conseguir su octava victoria de la temporada 2022-2023 de la LVBP a expensas de uno de sus rivales más acérrimos: Tiburones de La Guaira.
Los melenudos se beneficiaron de las brechas concedidas tanto por la defensa, como por el pitcheo escualo para causar estragos e imponerse de manera autoritaria con pizarra de 12 a 4 y así tomar venganza de la derrota sufrida a manos de ellos a inicios de semana.
La victoria, además, le permitió al conjunto selvático tomar en solitario la punta del torneo, que hasta antes de la jornada dominical compartía precisamente con su rival de turno.
El camino al éxito lo marcó el joven Leandro Cedeño, quien tuvo su primera gran cosecha ofensiva en Venezuela. El hoy bateador designado y octavo en el orden ofensivo del Caracas inauguró la pizarra por los suyos en la apertura del segundo inning con su primer vuelacercas de la zafra, una línea ceñida al poste del jardín izquierdo del parque de la UCV.
“Feliz de dar el primer jonrón con Leones. La verdad lo esperaba mucho, mi familia, mis compañeros”, dijo el fornido paleador antes de mencionar cuál ha sido la clave para el rendimiento exhibido en sus actuaciones más cercanas, tras un comienzo lento. “El ajuste que he hecho es mantenerme trabajando, ser constante y seleccionar mejores pitcheos”.
El estacazo de Cedeño en ese momento sirvió para igualar las acciones a una rayita por lado, después de que Tiburones atacó temprano al abridor capitalino J. C. Ramírez y le fabricó una anotación en el episodio inicial tras un wild pitch del lanzador nicaragüense.
Los de La Guaira, como vienen acostumbrando en las primeras de cambio del torneo, no se acobardaron y de inmediato, en el cierre de ese tramo dos, tomaron de nueva cuenta el liderato de las acciones gracias a Maikel García y su primer jonrón en el circuito rentado, que encontró a dos compañeros sobre las almohadillas.
La conexión del guaireño tuvo largo recorrido por todo el jardín central e hizo estallar en júbilo a gran parte de la multitud guairista, apostada en la zona derecha del Universitario, y que celebraba al ritmo de la tradicional samba litoralense.
Mientras todo eso sucedía, el pitcher colombiano Jasier Herrera cumplía en el morrito con la labor encomendada por su mánager Henry Blanco, a pesar del batazo de Cedeño, el refuerzo foráneo aisló tres imparables más en los 4 innings que laboró, con tres abanicados y un solo boleto.
Por el lado de los avileños, Elih Villanueva respondió como relevista en auxilio del vapuleado Ramírez. Amansó a la intimidante alineación guairista durante dos episodios y le confirió a sus compañeros bateadores la oportunidad de ser ellos los protagonistas. No fallaron.
En el quinto tramo ocurrió la implosión del bullpen salado y también de su defensa. Primero fue el joven Robinson Hernández, que se metió en problemas al permitir un par de imparables consecutivos y además regalar dos bases por bolas, también una tras otra. Acto seguido, un lanzamiento desviado del nuevo relevista Emilker Guzmán y una mala decisión de disparo del segunda base Brayan Rocchio abrieron las compuertas para que José Rondón con triple y Jhonny Pereda con fly de sacrificio coronaran un rally de hasta seis carreras.
La fiesta capitalina no acabó allí. En el séptimo el score se amplió en gran parte por dos marfiladas más de los guantes y que no perdonó el ataque dirigido desde la cueva por José Alguacil.
La Guaira acusó el golpe moral. Distinto a como venía ocurriendo, se quedó sin reacción y una posible remontada se esfumó cuando en el noveno y último inning, Jhonny Pereda y Wilfredo Tovar pusieron la guinda con cuadrangular y elevado de sacrificio, respectivamente.
El bullpen caraquista, que había presentado ciertas dificultades en el pasado reciente, sacó partida de lo conseguido por la ofensiva y trabajó con holgura; tanto, que, entre Danny Rondón, José Mújica, Yoimer Camacho, Tyler Wilson y Ricardo Rodríguez se enajenaron para 5.1 entradas sin recibir hit alguno, tampoco obsequiaron pasaporte y recetaron trío de ponches.
“Es lo que nos ha estado funcionando, el trabajo combinado entre la ofensiva y el pitcheo, para eso hemos trabajado, para poner al equipo como está y seguir dando los pasos necesarios”, esbozó Alguacil en la rueda de prensa pospartido. lvbp.com