Madrid.- El Real Madrid mejoró este jueves sus sensaciones gracias a una segunda mitad convincente ante el Valencia, el día del regreso soñado de Marco Asensio, que marcó en el primer balón que tocó tras once meses de baja, y con la extensión de una complicidad entre Eden Hazard y Karim Benzema que hace soñar al madridismo.
Las claves del triunfo madridista que le mantiene en el pulso por LaLiga Santander fueron:
- De la duda a la contundencia: el marcador final, 3-0, no refleja las dificultades en las que el Valencia puso al Real Madrid en el primer acto. El poste salvó a Thibaut Courtois y un fuera de juego posicional de Maxi, discutido por el valencianismo, anuló el tanto de Rodrigo. El orden con dos líneas de cuatro juntas del equipo de Celades y su apuesta por fútbol directo con balón pusieron en problemas a los de Zidane en el primer acto. Tuvo paciencia el técnico madridista, confiado de los jugadores que estaban en el césped y sin variaciones tácticas pese a ver como juntar tantos centrocampistas rebajaba las virtudes de Fede Valverde caído al costado. En cuanto tuvo espacios por un error del rival para correr, golpeó con contundencia. Superó uno de los partidos marcados en rojo en el calendario del final de liga. Inmediatamente llega otro en la visita a la Real Sociedad.
- El regreso soñado de Marco Asensio: el fútbol puso a prueba la fuerza de un joven futbolista que vio su progresión truncada el día que en un partido de pretemporada en Estados Unidos se le fue la rodilla y sintió una lesión de gravedad. Han sido once meses eternos para una de las perlas del fútbol español, cumpliendo cada paso con la esperanza de volver a ser el que era. 330 días después despejó todas las dudas. Sin miedos, con esa magia que siempre le acompañó en sus primeros partidos en cada competición con el Real Madrid en los que firmaba goles. Nada más saltar al césped, Mendy desbordó por banda izquierda y le encontró con un pase atrás para el que colocó el cuerpo a la perfección. Zurdazo a la red y pura emoción en una celebración en la que todo lo sufrido pasó por su cabeza. El Real Madrid recupera un jugador importante para luchar por el título.
- Dos jugadores que hablan el mismo idioma: comienzan a entenderse con los ojos cerrados. Se buscan en ataque y lanzan paredes de altísimo nivel que son difíciles de frenar para las defensas. El regreso de Eden Hazard beneficia al Real Madrid por las variantes ofensivas que ofrece al equipo y a Karim Benzema por cómo le llega el balón para que vuelva a recuperar la cara goleadora que enterró en una mala racha de partidos antes del parón. La conexión irá a más según vaya mejorando con partidos el físico del astro belga. Por el momento tener tres partidos a la semana no provoca que Zidane lo dosifique. Repitió titularidad y aumentó el número de minutos. Le falta un poco para recuperar la chispa en los últimos metros que le permita soltarse más en el uno contra uno y llegar con más frescura al momento de la definición.
- Pocas rotaciones y menos cambios: sorprende Zidane con la gestión de su plantilla en los dos primeros partidos del Real Madrid tras el parón de tres meses. No resucita el ‘plan b’ con el que conquistó su única Liga aunque su mensaje es que necesita enchufados a todos sus futbolistas. La realidad es que solo hizo dos cambios en el equipo titular, con la entrada de Mendy por Marcelo y Fede Valverde por Rodrygo, y que encontrarse un partido atascado tampoco le invitó a realizar varios cambios de golpe. Solo uso dos de los cinco disponibles y en la recta final. En esta ocasión la entrada de Marco Asensio y Vinicius sí dio la velocidad que necesitaba el equipo por las bandas para desatar los mejores minutos de juego del partido. El técnico francés ve bien a sus jugadores físicamente y asegura que están acostumbrados a regular jugando varios partidos por semana.
- Benzema supera a Puskas: el nombre de Karim no se asocia al gol porque su juego es mucho más que el de un 9, pero ya es el quinto máximo goleador de la historia del club con 243 tantos. Sus números se han multiplicado desde el adiós de Cristiano Ronaldo, cuando dio un paso al frente y rebajó su generosidad para pensar más en el remate. Es un futbolista de rachas goleadoras y en un momento decisivo inicia una que puede ser clave en la pelea por la Liga del Real Madrid. Firmó un doblete con un segundo gol que le define como futbolista. Su técnica de privilegiado para controlar en el aire un balón con un pie y ponerlo en la escuadra con el otro. Una obra de arte que lanza la imagen de un jugador que necesita enchufado Zidane para aspirar a los títulos grandes.