Madrid.- La española Laia Sanz (Century-Astara KH-7) competirá por decimotercera vez en el Rally Dakar, en la edición que arranca a principios de año y que supondrá la segunda para ella sobre cuatro ruedas, tras 11 finalizadas de forma consecutiva en moto, y lo afronta «con mucha más tranquilidad».
“Afronto este Dakar con mucha más tranquilidad. La experiencia tanto del Dakar como estos dos últimos años en la Extreme E, donde las carreras son muy intensas y te tienes que adaptar muy rápido, me hacen estar mucho más calmada», señala Sanz en un comunicado difundido por el equipo.
«Estoy contenta de esta evolución que he tenido. Creo que he hecho una mejora muy grande y espero aprovecharla en este Dakar. Además, tanto Maurizio como yo éramos nuevos el año pasado y ahora tenemos un poco más de experiencia”, agrega.
Una 45ª edición del Dakar para la que volverá a contar con el italiano Maurizio Gerini como copiloto y a la que llega tras acabar tercera en la Extreme E junto a Carlos Sainz en la que fue su segunda temporada que ha completado en la competición de 4×4 eléctricos.
“Carlos Sainz me ha ayudado muchísimo. Al empezar esta transición a las cuatro ruedas con él, los pasos están siendo mucho más cortos y, además, es un honor ser su compañera. Me está enseñando muchísimo y me está ayudando, no solo en conducción, sino en todo lo que implica este nuevo camino”, ponderó.
Su gran objetivo en el Dakar, superar el resultado del año anterior, que en este caso es un 23er puesto que le valió para ser la mejor piloto debutante y la primera mujer de la clasificación en la pasada edición.
“Cuesta marcar un objetivo para este Dakar porque hay mucho nivel tanto de pilotos como de coches, pero intentaremos estar entre los quince primeros. Es complicado, pero se puede lograr. Evitar algunos errores que cometimos la pasada edición será crucial para no acarrear con dificultades añadidas”, declaró.
En este segundo asalto en coches, la catalana pilotará un ‘buggy’ 4×2 7.0 V8 del constructor sudafricano Century y preparado por el equipo de competición de ASTARA.
“Es un vehículo muy competitivo. Hemos hecho un paso adelante en cuanto a prestaciones al pasar de rueda pequeña a rueda grande, y eso nos permitirá llevar un poco más de ritmo. Es verdad que es tracción trasera, y eso, habiendo hecho pocos kilómetros, creo que en alguna situación nos va a complicar un poco la vida, sobre todo en las dunas”, asegura.
El Rally Dakar empezará el 31 de diciembre con un prólogo y terminará el 15 de enero. Se espera que sea una edición más complicada que la de 2022, con dos jornadas más de competición y más kilómetros, pero, sobre todo, con una temible travesía de cuatro días en el Empty Quarter, una región desértica de Arabia Saudí en la que “tienen que pasar muchas cosas”, vaticinó Laia.
“Creo que será un Dakar más duro, como tiene que ser. A mí me gusta que sea así, no ser tan al sprint como los últimos años”, destacó.