Montevideo.- Gravemente lesionado en un tobillo, está fuera de las pistas como jugador desde hace tres años, aunque aún no se ha retirado de manera oficial; por ello, el base venezolano Greivis Vásquez busca un «milagro» que evite ese momento y, mientras tanto, aprende en su nueva faceta de entrenador.
En una entrevista en Montevideo con motivo de su presencia en el NBA G-League International Challenge Uruguay, Vásquez se muestra ilusionado con su actual etapa como asistente técnico en el Erie BayHawks, equipo de la G-League afiliado a los New Orleans Pelicans, de la NBA.
«Todavía no me rindo, pero quiero estar alrededor del baloncesto. Creo que esta oportunidad como entrenador te ayuda a nutrirte también, a adquirir conocimientos, seguir aprendiendo», comenta Vásquez, quien, a sus 32 años, pasó por seis equipos en las siete temporadas que afrontó en la NBA.
El que fuera jugador en Memphis Grizzlies, New Orleans Hornets, Sacramento Kings, Toronto Raptors, Milwaukee Bucks y Brooklyn Nets dice no rendirse y, por ello, tratará en un tiempo cercano de «ver otros doctores, caminar mejor, estar mucho mejor a nivel de salud» para aspirar a cumplir el «milagro» de «al menos jugar un año más» y decir adiós oficialmente.
«De ser jugador a entrenador son dos cosas completamente diferentes y ahora tengo la oportunidad de trabajar con el equipo» de los BayHakws, como asistente de Ryan Pannone, comenta el caraqueño, que califica la situación de «experiencia grandiosa».
Sobre la cada vez mayor incorporación a la NBA de jugadores extranjeros, incluidos españoles y latinoamericanos, Vásquez afirma que «ahora el mundo sueña con llegar a la NBA y eso le da un auge al baloncesto internacional».
«El Mundial fue increíble. Jugadores de la NBA como Marc Gasol o Ricky Rubio… La gente hablaba de Argentina, ellos jugaron en la NBA… Para mí Facundo Campazzo es un jugador NBA, este año lo comprobó. Dios quiera que lo podamos ver pronto en la NBA, que nos represente, porque nos encanta su juego, un baloncesto alegre», expresa en relación al reciente Campeonato disputado en China y ganado por la selección española ante la argentina.
Vásquez piensa que «sería un sueño» si algún día Latinoamérica tuviera una franquicia de la NBA y opina que «por ahí va el camino» de la liga profesional, que está en vías de promover en México un equipo de la G-League.
«Eso ayuda a hacer crecer el baloncesto porque cuando sales de Estados Unidos es difícil competir contra el fútbol», argumenta el base que triunfó en la Universidad de Maryland y fue elegido posteriormente en el draft de 2010 por los Grizzlies de Memphis.
Uno de los equipos de su carrera profesional fue Toronto Raptors, el sorprendente campeón del anillo en la temporada 2018-2019. A Canadá llegó en la campaña 2013-2014 procedente de Sacramento Kings en un cambio múltiple de jugadores, a partir del cual, dice, se hizo «una cultura ganadora».
«Como dicen, Roma no se hizo en un día. Ellos no quedaron campeones el año pasado nada más por Kawhi (Leonard). Kawhi es una pieza importante, uno de los mejores, si no el mejor jugador de ambos lados de la cancha, pero es un trabajo progresivo. Por eso hay que darle mucho crédito al gerente, Masai Ujiri, y a su staff porque logró el campeonato», opina sobre la franquicia canadiense.
Acerca de la próxima temporada, Vásquez afirma que «la NBA promete», ya que «está muy pareja la liga». «Nadie sabe hasta hoy quién va a ser el equipo campeón sino hasta la final de la NBA», señala.
En opinión del venezolano, la liga «se ha emparejado mucho», por lo que no puede decirse con rotundidad que ganará Golden State Warriors. «Pienso que no hay que despreciar al Este», agrega.
Y, mientras observa a distancia lo que sucede en la NBA, considera que «nada es imposible», por lo que, con esfuerzo y trabajo de recuperación, insiste en que la meta sigue siendo volver «por lo menos un año» a la máxima competición.