Santiago.- «Piatello per piatello» (plato a plato, en italiano) es el camino que quiere seguir la tiradora chilena Francisca Crovetto, medalla de plata en la última Copa del Mundo en la disciplina de skeet, para llegar hasta el disparo que le dé la presea de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
«Un plato por momento, esa es la manera de afrontar la competencia. No es un prueba de 125 platos, sino 125 pruebas de un disparo», explicó Crovetto en una entrevista en Santiago.
La actual número 4 del ránking mundial llegará a los Panamericanos de Lima «con la convicción» de que quiere «ganar el oro», aunque sabe que en la disciplina de tiro al plato «cada momento tiene que ser al cien por cien».
El skeet es una modalidad de tiro con escopeta que consiste en ocho posiciones de tiro por ronda a lo largo del perímetro de media circunferencia, con platos saliendo de forma simultánea en direcciones opuestas en cada tiro, desde dos torres ubicadas en los extremos del diámetro del medio círculo.
«Es un deporte que en 30 segundos te puede cambiar el curso de la competencia», destacó Crovetto, una de las grandes favoritas para los Panamericanos, competición en la que se colgó la medalla de bronce en la edición de Toronto 2015 y la de plata en Guadalajara 2011.
«Pensar solo en ganar me abruma un poco, así que prefiero ir ‘piattelo per piatello'», indicó la chilena, de 29 años, sobre sus aspiraciones en la competencia continental.
Ese camino, plato a plato con acento italiano, ya que el país alpino es una de las mayores potencias mundiales en este deporte, es la continuación del que inició cuando tenía 10 años y apretó por primera vez el gatillo.
«Lo odié. Me dolió, no quise disparar. Me acuerdo que iba a competir e hice el primer tiro y no me gustó», reconoció.
Crovetto es la menor de cuatro hermanas y se aficionó a este deporte acompañando a su padre los fines de semana al club de tiro, «un lugar común para compartir» con él, dijo.
Santiago.- «Piatello per piatello» (plato a plato, en italiano) es el camino que quiere seguir la tiradora chilena Francisca Crovetto, medalla de plata en la última Copa del Mundo en la disciplina de skeet, para llegar hasta el disparo que le dé la presea de oro en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
«Un plato por momento, esa es la manera de afrontar la competencia. No es un prueba de 125 platos, sino 125 pruebas de un disparo», explicó Crovetto en una entrevista en Santiago.
La actual número 4 del ránking mundial llegará a los Panamericanos de Lima «con la convicción» de que quiere «ganar el oro», aunque sabe que en la disciplina de tiro al plato «cada momento tiene que ser al cien por cien».
El skeet es una modalidad de tiro con escopeta que consiste en ocho posiciones de tiro por ronda a lo largo del perímetro de media circunferencia, con platos saliendo de forma simultánea en direcciones opuestas en cada tiro, desde dos torres ubicadas en los extremos del diámetro del medio círculo.
«Es un deporte que en 30 segundos te puede cambiar el curso de la competencia», destacó Crovetto, una de las grandes favoritas para los Panamericanos, competición en la que se colgó la medalla de bronce en la edición de Toronto 2015 y la de plata en Guadalajara 2011.
«Pensar solo en ganar me abruma un poco, así que prefiero ir ‘piattelo per piatello'», indicó la chilena, de 29 años, sobre sus aspiraciones en la competencia continental.
Ese camino, plato a plato con acento italiano, ya que el país alpino es una de las mayores potencias mundiales en este deporte, es la continuación del que inició cuando tenía 10 años y apretó por primera vez el gatillo.
«Lo odié. Me dolió, no quise disparar. Me acuerdo que iba a competir e hice el primer tiro y no me gustó», reconoció.
Crovetto es la menor de cuatro hermanas y se aficionó a este deporte acompañando a su padre los fines de semana al club de tiro, «un lugar común para compartir» con él, dijo.
«Siempre me gustó armarle la escopeta, encontraba muy entretenido esto de dispararle a un plato y, obviamente, el culatazo en el hombro de la escopeta son 800 kilos de fuerza, con 8 años no podía empezar a disparar», afirmó Crovetto.
Desde entonces, la tiradora chilena se ha destacado en todas las competiciones que ha disputado como profesional y, más allá de las dos medallas en los Panamericanos, atesora dos oros en los Juegos Bolivarianos, una plata en los Juegos Sudamericanos y un reciente segundo puesta en la Copa del Mundo, en Abu Dabi.
Se entrena con ahínco para «poder tener una bradicardia -por debajo de 60 pulsaciones por minuto-» y conseguir la templanza que le permita en Lima alcanzar ese tiro de oro.
En ese sentido, reconoció no ser «muy prolija» en el cuidado y la limpieza de su escopeta Beretta, pero sí quiere reeditar sus habituales momentos previos a cada ronda de tiro: 75 platos en eliminatorias, 50 en semifinales y 25 en la final.
«Más que limpiarla o conectarme con ella desde ahí, cuando estoy en la previa sí que tengo un calentamiento conmigo misma, que me hablo, que me converso y después agarro la escopeta y empiezo a hacer encare y movimientos en seco», explicó.
«Esos momentos de verdad son un ritual y un momento casi sagrado que disfruto tanto que yo creo que así van a ser mis previas en Lima 2019», afirmó la deportista.
Lo que sí tiene claro es que no quiere fallar ningún puesto 1, el primero de cada serie (ubicado junto a la caseta izquierda del campo de tiro), porque «se supone que es el más fácil».
«Yo solía fallar hartos 1. Mi entrenador se enojaba: es difícil partir con un cero porque se te hace pesada la competencia. Pero en las últimas competencias no he fallado ningún 1 y espero que sigamos así», detalló.
Aún así, Crovetto sabe que no lo tendrá fácil y conoce bien a sus rivales de Estados Unidos, las actuales número 1, 3 y 11 de la clasificación mundial, Kimberly Rhode, Caitlin Connor y Amber English, respectivamente.
Rhode es la rival a batir y la más galardonada de todas la tiradoras que estarán en Lima, ya que es doble campeona olímpica, además de un bronce, en la disciplina de Doble Trap y en Skeet atesora medallas de plata, oro y bronce en los últimos tres Juegos Olímpicos.
«Venimos de una final de Copa del Mundo en donde estaban Caitlin, Amber y Kimberly. Kimberly ganó y yo quedé detrás de ella, así que es posible», matizó la chilena.
«Siempre me gustó armarle la escopeta, encontraba muy entretenido esto de dispararle a un plato y, obviamente, el culatazo en el hombro de la escopeta son 800 kilos de fuerza, con 8 años no podía empezar a disparar», afirmó Crovetto.
Desde entonces, la tiradora chilena se ha destacado en todas las competiciones que ha disputado como profesional y, más allá de las dos medallas en los Panamericanos, atesora dos oros en los Juegos Bolivarianos, una plata en los Juegos Sudamericanos y un reciente segundo puesta en la Copa del Mundo, en Abu Dabi.
Se entrena con ahínco para «poder tener una bradicardia -por debajo de 60 pulsaciones por minuto-» y conseguir la templanza que le permita en Lima alcanzar ese tiro de oro.
En ese sentido, reconoció no ser «muy prolija» en el cuidado y la limpieza de su escopeta Beretta, pero sí quiere reeditar sus habituales momentos previos a cada ronda de tiro: 75 platos en eliminatorias, 50 en semifinales y 25 en la final.
«Más que limpiarla o conectarme con ella desde ahí, cuando estoy en la previa sí que tengo un calentamiento conmigo misma, que me hablo, que me converso y después agarro la escopeta y empiezo a hacer encare y movimientos en seco», explicó.
«Esos momentos de verdad son un ritual y un momento casi sagrado que disfruto tanto que yo creo que así van a ser mis previas en Lima 2019», afirmó la deportista.
Lo que sí tiene claro es que no quiere fallar ningún puesto 1, el primero de cada serie (ubicado junto a la caseta izquierda del campo de tiro), porque «se supone que es el más fácil».
«Yo solía fallar hartos 1. Mi entrenador se enojaba: es difícil partir con un cero porque se te hace pesada la competencia. Pero en las últimas competencias no he fallado ningún 1 y espero que sigamos así», detalló.
Aún así, Crovetto sabe que no lo tendrá fácil y conoce bien a sus rivales de Estados Unidos, las actuales número 1, 3 y 11 de la clasificación mundial, Kimberly Rhode, Caitlin Connor y Amber English, respectivamente.
Rhode es la rival a batir y la más galardonada de todas la tiradoras que estarán en Lima, ya que es doble campeona olímpica, además de un bronce, en la disciplina de Doble Trap y en Skeet atesora medallas de plata, oro y bronce en los últimos tres Juegos Olímpicos.
«Venimos de una final de Copa del Mundo en donde estaban Caitlin, Amber y Kimberly. Kimberly ganó y yo quedé detrás de ella, así que es posible», matizó la chilena.