Madrid.-
Por paradójico que pueda parecer, la única certeza que hay éste miércoles en el Real Madrid es que nada es seguro a medida que el caos se apodera de un club sin rumbo definido ni mensajes tranquilizadores de su presidente.
Florentino Pérez permanece oculto y el lunes ni siquiera convocó una rueda de prensa para anunciar en persona el despido de Julen Lopetegui. Lo hizo a través de un frío y extrañamente duro comunicado, en el que cargó contra el técnico despedido.
Nunca antes el presidente del Real Madrid había utilizado el comunicado como única herramienta para confirmar un despido. Hasta ahora, en sus largos años al frente del club, siempre había convocado una rueda de prensa con preguntas de los periodistas. No es lo que ocurrió el lunes.
Es la señal de que son días extraños en un equipo que todavía es el vigente campeón de Europa y el ganador de las últimas tres ediciones de la Liga de Campeones. Sus directivos no disimulan el desconcierto y el comunicado del lunes, culpando a Lopetegui de todos los males del equipo, es una prueba más.
Nada se sabe sobre quién dirigirá al equipo. El argentino Santiago Solari fue nombrado como entrenador interino y puede durar dos horas o aguantar hasta el final de temporada si los resultados inmediatos son propicios y Pérez no encuentra un técnico de su gusto.
El presidente blanco eligió al italiano Antonio Conte, pero éste mantiene un litigio con el Chelsea, su anterior club, y pide muchísimo dinero a Pérez además de tres años de contrato. Dada la situación actual, este Real Madrid no parece precisamente un «caramelo» para los entrenadores por mucho que sea el rey de Europa.
Con Conte aparcado momentáneamente, aunque no definitivamente, un sector de la prensa habla de Roberto Martínez, el actual y exitoso seleccionador de Bélgica. ¿Repetirá Pérez la experiencia vivida con Lopetegui?
Además, diversos medios aluden a Michael Laudrup, Míchel o hasta Hugo Sánchez como opciones. Todo un «cásting».
Y mientras esto sucede, la enfermería del Real Madrid se llena: Marcelo y Raphael Varane se unieron a una lista de lesionados en la que también está Dani Carvajal para dejar al equipo casi si defensores.
Lo inmediato es el partido del mañana ante el modesto Melilla, de la tercera categoría del fútbol español, en el inicio del camino de los blancos en la Copa del Rey. Poco que ganar y mucho que perder.
Será el primer partido con Solari como técnico. Como muestra del momento que vive el club, el argentino apeló a un discurso combativo muy alejado de los cánones intelectuales a los que se le asocia. «La idea es ir a Melilla y jugar con dos cojones», dijo éste miércoles a la prensa.
Más interesante se plantea el choque del sábado ante el Valladolid, un recién ascendido que sin embargo tiene dos puntos más que los blancos en la Liga española.
Lo verá Pérez desde el palco en su primera aparición ante sus hinchas después de todos los sucesos de las últimas horas. Y será un momento para comprobar si tiene a los aficionados de su parte o no. Nadie podría asegurarlo en estos momentos en el que hay más promesas que realidades. Por Dpa