Ciudad Guayana.- Dudamel prefiere irse antes que lo boten. Para nadie es un secreto que la relación entre la gran mayoría de los integrantes del Comité Ejecutivo de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF) está completamente deteriorada, sólo el presidente Laureano González lo mantiene de pie.
Por eso se comenta en los pasillos de la Torre Emely, de Sabana Grande, que Rafael Dudamel tiene la puerta abierta para dejar la Vinotinto y para el entrenador nacido en San Felipe sería lo mejor, salir por la puerta que da para el bulevar y no por la puerta de atrás con destino al estacionamiento.
De ahí que los rumores que han inundado a las redes sociales, especialmente al tuiter, de la posible contratación de Dudamel en el Atlético Mineiro brasileño, donde milita Rómulo Otero cobra una inusitada fuerza en las últimas horas y muchos se atreven a pronosticar que ante de Navidad los brasileños estarían anunciando la llegada del entrenador venezolano.
El desgaste de la relación del entrenador con muchos de los integrantes del comité ejecutivo se ha venido deteriorando de manera paulatina con el pasar del tiempo, pero que tuvo un momento crítico en la gira de la Vinotinto en el mes de octubre en los Estados Unidos, donde por orden del entrenador se le prohibió a los jugadores acudir a la llamada zona mixta para la atención de la prensa. Se dice que aquí comenzó el principio de fin del seleccionador.
La posible llegada de Jesús Bernardinelli a la presidencia de la FVF aceleraría la salida de Dudamel.
¿Vendrá de afuera?
Desde ya se inicia la habitual “cadena” de especulaciones de quién podría ser el sustituto de Rafael Dudamel en el banquillo vinotinto en caso de su posible ida al Atlético Mineiro, información que por ahora no es oficial.
La gran mayoría de los representantes del técnico han comenzado a levantar el teléfono y por distintas vías inician las respectivas ofertas de sus representados.
Nuevamente entra en el debate y en las especulaciones la posible llegada de un técnico extranjero, quizás uno de los pedimentos de mayor resonancia por un gran sector de la prensa especializada y hasta de los aficionados.
Un entrenador extranjero, con parte de su cuerpo técnico es un tema de altos egresos, aunque en los intercambios publicitarios con el Gobierno nacional, estos han sido quienes han cubierto la parte económica del cuerpo técnico.
En cuanto a los entrenadores nacionales parece que la oferta es mínima ante la demanda y el “plan B” federativo apuntaría a una contratación de algún entrenador extranjero, quizás muy posiblemente sudamericano.
Mientras algunos esperan la llegada de la Navidad, para compartir en familia, el mundo del fútbol venezolano se mantendrá atento en cuanto al desarrollo de esta información. (Iván García Marrero)