Llegar a una cita olímpica no es una meta fácil en ningún deporte, pero en el caso del judo hay que recorrer un largo espiral y su reservación, indudablemente no es para todos.
Son años de sacrificio, de cambiar de un estilo de vida normal para convertirse en la vida judo y que desde muy temprana edad, no sólo el atleta, sino su entorno familiar cambian sin darse cuenta. Viven para el judo.
Y con esa premisa, ese largo camino a recorrer se inicia aquí en Guayana, cuna de grandes campeones y dirigentes del judo nacional y desde este jueves 15 de los corrientes y hasta el domingo 18 de agosto, más de 450 judocas, niños y niñas, comienzan a soñar que en algún momento podrían llegar a la máxima cita: los Juegos Olímpicos.
Abre sus puertas el campeonato nacional de las categorías A y B reservado para edades entre los 11 y 14 años de edad y que tendrá su epicentro el Gimnasio Cubierto Hermanas González, el mismo que desde hace muchos años ha recibido este tipo de competencias.
Este evento es organizado por la Asociación de Judo del estado Bolívar (Ajebol) en la presidencia del sensei y seleccionador nacional Kilmar Campos, certamen indudablemente avalado por la Federación Venezolana de Judo, quien lo conduce Katiuska Santaella, formadora de muchos atletas de la región.
El ciclo en marcha
Para muchos ya con 14 años cumplidos el norte pareciera ser Los Ángeles 2028, pero de seguro tendrán otra chance para el siguiente ciclo.
En reunión con los medios, Campos informó parte de lo ya anteriormente conocido como es el campeonato nacional y para ello se hizo acompañar en el presidium de las jóvenes promesas Leomarys Ruiz y Luis Pariche quienes vienen de participar en la Copa Panamericana.
Los 450 atletas que competirán en el Nacional A y B entrarán en el “radar” federativo, aumentando el registro de participantes y de ahí en adelante inician su andar por Juegos Nacionales Juveniles, Juegos del Alba, Sudamericanos, Panamericanos para finalmente cumplir el ciclo con la presencia olímpica, será el sueño de todos. | @igarcia100