De aquella autopista sin alcabalas y sin baches que nos hizo soñar bien temprano que ya todo estaba conseguido y que por fin íbamos a ir a un Mundial de fútbol, en un abrir y cerrar de ojos, esta ruta para el Mundial 2026 se ha convertido en un camino espinoso, fangoso y que posiblemente ni con el mejor de los GPS se vuelva a tomar el rumbo inicial.
Hoy el sueño mundialista nos despierta en una cruda realidad, la cual conocemos bastante bien.
De los últimos seis partidos, disputados en las tres últimas ventanas clasificatorias, Venezuela no ha ganado un solo partido, los cuales se resumen con tres empates en condición de local ante Ecuador (0-0), frente al Uruguay (0-0) y recientemente con Argentina (1-1), mientras que de visita empatamos 1-1 con Perú, se perdió con Bolivia por 4-0 y se cayó ante Paraguay por 2-1.
Es decir, y con una cruda realidad, de estar en la cuarta posición a descender a la octava, completamente fuera de cualquier chance de clasificación al Mundial, ni siquiera en zona de repechaje.
La muy buena marca del “Mano tengo fe” se entra en un total desconcierto, donde no faltarán aquellos que dirijan sus “misiles” sobre las actuaciones arbitrales -algunos con cierta razón-, pero el manejo en los partidos, a nuestro juicio, por parte del cuerpo técnico de Fernando “Bocha” Batista tiene una altísima responsabilidad.
“Bocha” y sus cambios
Si algo hay que aplaudirle al “Bocha” fue su sinceridad inicial, y que ahora lo ha venido repitiendo con una mayor frecuencia. “Sabíamos que en la segunda vuelta todo iba a ser distinto”, lo ha expresado en las últimas reuniones programadas con los medios de comunicación. Ese camino inicial le permitió posicionarse, pero ya el tobogán tiene aceite y escalar en contra, es sumamente difícil.
Desde la Copa América, en especial con Canadá en los cuartos de final, demostró que sus cambios muy poco cambian y en esta reciente fecha ante Paraguay lo terminó de confirmar.
En condición de visitante, hasta la fecha, sólo se han sumado dos puntos, empate con Brasil y con Perú, así se llega.
El camino final
La ilusión es gratis, la realidad por el contrario no.
Hoy fuera de la zona de clasificación, Venezuela ocupa la octava posición con 11 unidades, mientras que Bolivia tiene 12 y Paraguay 13.
Imaginemos que Bolivia gane todos los partidos que le quedan de local y pierda todas las visitas. Los del altiplano llegarían a los 24 puntos.
Paraguay puede igualmente sumar los restantes puntos caseros (12), para sumar hipotéticamente 25.
La Vinotinto también tiene que disputar 12 puntos en casa, de ganarlos todos serían 23 unidades, pero sus rivales serán Brasil, Perú, Bolivia y Colombia en ese orden, por lo que habría que añadir unidades en la carretera con rivales como Chile, Ecuador, Uruguay y Argentina. Saque la calculadora y sumen.