Mazatlán.- Águilas Cibaeñas se aprovechó de la sequía ofensiva de Caribes de Anzoátegui para blanquearlo 2-0 y clasificarse a semifinales de la Serie del Caribe, que se disputa en el Estadio Teodoro Mariscal.
El campeón dominicano extendió su invicto a 4-0, mientras que los orientales dejaron su récord en 1-3, por lo que su destino en la competición ya no está en sus manos.
El segunda base Robel García sacudió doble de dos anotaciones en el séptimo para liquidar el juego, contra el taponero Loiger Padrón.
Los dirigidos por Mike Álvarez encajaron su segunda lechada y han anotado apenas una vez en sus últimos 30 innings, un récord negativo para el equipo en la competición.
El lineup de Anzoátegui se fue de 5-0 con corredores en posición de anotar y dejó a siete en circulación.
“No sé qué decir exactamente, qué está pasando. Hemos conectado con solidez la bola, pero los batazos salen de frente. Hoy ocurrió temprano en el juego, pero se trató de batazos atrapables”, se encogió de hombros Álvarez, acostumbrado a ver un equipo que pocas veces se sumerge en las profundidades de un slump colectivo. “Hay que reconocer que el pitcheo de la Serie del Caribe es bueno. Colombia, un equipo invitado por la Confederación, realizó ayer una labor excelente, si bien su abridor no fue tan lejos, como ellos querían, mostraron un pitcheo sólido. Hoy se puede decir lo mismo de República Dominicana”.
El zurdo panameño Andy Otero estuvo lidiando con hombres en las almohadillas en cuatro de los cinco innings en los que trabajó y fue sacado del juego por el manager Félix Fermín, en el sexto, con un out, luego de sencillos seguidos de Niuman Romero y Alí Castillo.
Del resto se encargaron los relevistas Luis Castillo, Darío Álvarez, que se llevó el triunfo, José Rafael “Jumbo” Díaz y Fernando Abad, que se apuntó el rescate.
“Bueno el pitcheo siempre domina al bateo, lamentablemente para nosotros no nos ha caído el batazo en el momento oportuno. En todo caso hay esperanzas para mañana”, abundó Álvarez.
Esa posibilidad de ver a Caribes en las semis, ahora pasa por una serie de resultados favorables, además de la imperiosa necesidad de ganarle a Tomateros de Culiacán el jueves.
“Son cosas que pasan. Tuve un buen año en Venezuela, vine aquí con la misma mentalidad y agresividad, pero el beisbol en ocasiones te da y en otras te quita, hay que seguir trabajando”, destacó Alí Castillo, que ganó el título de bateo de la temporada 2020-2021, con un average récord de .430 y en Mazatlán apenas liga para .133 (de 15-2). “Hay que seguir enfocándose en cada turno. Aquí vamos a luchar hasta el final, esperamos que las cosas fluyan”.
El ex grandeliga Williams Pérez lanzó seis entradas brillantes en las que aisló dos inatrapables y ponchó a seis rivales. El relevo también cumplió, pese al bache de Padrón. Yapson Gómez y Pedro Rodríguez retiraron a los cuatro rivales a los que se enfrentaron, con tres ponches.
“Nuestros brazos han hecho su parte y han mantenido los partidos alcanzables y la defensa ha sido buena”, agregó Álvarez, sobre el dominio de sus lanzadores, que con un promedio de 2.91 carreras limpias, sólo son superados por Águilas (0.33) y Criollos (1.73).
“Es cuestión de dar el batazo oportuno, para que los muchachos se levanten y tengan un poco más de tranquilidad al ir a batear y tratar de producir. Esto no se acaba hasta que se termine. Seguimos luchando, han visto que los partidos son bien pegados y apenas falta ese batazo. Manténganse con nosotros, que no nos vamos a dar por vencidos”, arengó el estratega.
