Madrid.- El Barcelona sumó una victoria trabajada ante Osasuna (0-2) y agitó el derbi que disputarán este domingo el Atlético y el Real Madrid, que podría apretar la pelea por LaLiga Santander de la que se cae el Sevilla tras perder en Elche (2-1).
Un tanto de Jordi Alba en una de sus habituales conexiones con el argentino Lionel Messi, otro del chaval Ilaix Moriba y un par de brillantes intervenciones del guardameta alemán Marc-André ter Stegen bastaron al equipo de Ronald Koeman para acercarse a dos puntos del líder, el Atlético.
Aunque ha jugado dos partidos menos, la presión para el conjunto rojiblanco es máxima. Si el Real Madrid gana, tendrá a sus dos perseguidores empatados a puntos y a tiro de piedra. Ese es el resultado de la victoria del Barcelona, que, pese al 0-2 final, sudó para doblegar a un rival muy incómodo.
Definitivamente, tras las dos victorias frente al Sevilla con clasificación para la final de Copa incluida, la recuperación del Barcelona es un hecho. Como también lo es la aparición de una generación a la que Koeman ha dado confianza.
Pedri hace tiempo que se ha asentado en el once, Óscar Mingueza empieza a ser habitual y este sábado apareció Ilaix con un golazo que cerró un duelo que impulsa a un equipo deprimido hace no mucho y ahora en estado de gracia.
Sevilla se descinfla
Mientras el Barcelona se infla, el Sevilla pierde fuelle. No le han sentado nada bien los enfrentamientos ante el conjunto azulgrana en LaLiga Santander y en la Copa del Rey. Los hombres de Julen Lopetegui salieron escaldados de ambos y en Elche ampliaron su racha de derrotas ante un equipo que consiguió salir del descenso por primera vez en mucho tiempo.
Perdió 2-1 con los goles de Raúl Guti y de Guido Carrillo. El neerlandés Luuk de Jong redujo distancias tarde, en el minuto 90, para quedarse en la orilla de un empate que habría sido un mal menor para un equipo que en tan solo una semana ha dejado de ser la otra alternativa al título a los tres grandes que siguen en la pelea.
Si el Elche dio un puñetazo encima de la mesa, el Valladolid no se quedó atrás. Disputó frente al Getafe un duelo con más urgencias para el cuadro vallisoletano que para el madrileño, que llegó a la cita tras sumar una victoria balsámica bajo el brazo la pasada jornada ante el Valencia (3-0).
Los hombres de José Bordalás querían escalar una pendiente que comenzaba a ser peligrosa y los de Sergio Fernández tenían un objetivo claro: alejarse del precipicio de Segunda División.
El premio se lo llevó el Valladolid, que amargó el partido número 200 de Bordalás al frente del conjunto madrileño. Ningún otro técnico había estado tantos encuentros en el banquillo del Getafe y como regalo se llevó un 2-1 en contra que dio aire a sus rivales en la clasificación.
Con los tres puntos, el Valladolid cerró un círculo de malos resultados que empezaron tras su última victoria, precisamente ante el Getafe en el Coliseum el pasado 2 de enero. Con un fútbol discreto pero efectivo, unido a los aciertos de Óscar Plano y del israelí Shon Weismann, superó a un equipo que recortó distancias antes del descanso por medio de Jaime Mata.
La salida del japonés Takefuso Kubo tras el descanso reactivó al Getafe, que puso contra las cuerdas al equipo de Sergio González. Parece incomprensible la suplencia de un jugador de la calidad de Kubo, día sí en el banquillo, día también. Sin embargo, no fue suficiente y el Getafe se volvió a atragantar ante un feliz Valladolid.
El Cádiz también tomó aire en la tabla tras superar 1-0 al Éibar con un tanto de Álvaro Negredo, empeñado en alargar su eterna juventud. A sus 35 años, está en el “top ten” de mejores anotadores españoles de LaLiga Santander. Acumula siete dianas, una cifra más que respetable para un hombre que hace menos de un año parecía dar sus últimos coletazos futboleros en el Al-Nasr de los Emiratos Árabes Unidos.
A los 40 minutos, con un cabezazo marca de la casa, acabó con el Éibar, que desaprovechó una oportunidad de oro para empatar con un penalti que falló el portero serbio Marko Dmitrovic. No era la primera vez que tiraba uno. Ya marcó al Atlético de Madrid en la jornada 19, pero en esta ocasión el argentino Jeremías Ledesma cumplió con un paradón que alejó a su equipo del descenso.