Ciudad Guayana.- La prestigiosa entidad del fútbol brasileño firmó un convenio con la Fundación “Zapatos Rotos” de Puerto Ordaz, para la puesta en marcha de la Escola Furacao Venezuela. Con esta alianza se fomentará la práctica deportiva y la transmisión de valores educativos y sociales para el desarrollo integral de niños de sectores vulnerables.
El directivo de la Fundación Club Atlético Paranaense (FunCAP), Roberto Bonnet, anunció la inauguración de la Escola Furacao Venezuela a principios de 2020, con sede en el Colegio de Abogados de Puerto Ordaz.
Su labor se ha radicado en las comunidades de Sector Toro Muerto.
La Fundación Zapatos Rotos es una asociación sin fines de lucro, presidida por el comunicador social y gerente deportivo Carlos Dickson Pérez. Adoptará los principios pedagógicos, el planeamiento y los procedimientos metodológicos del fútbol base, con el apoyo de materiales de trabajo, metodología, capacitación y supervisión del club brasileño.
Con la fuerza del Huracán
El Club Athletico Paranaense, conocido como Huracán (“Furacao”), fue fundado en 1924 en la ciudad de Curitiba, estado de Paraná. Fue campeón de la Copa Sudamericana 2018 y subcampeón de la Copa Libertadores 2005, entre sus más resaltantes logros internacionales. Ostenta 24 títulos del campeonato paranaense.
Las escuelas Furacao están diseminadas en todo Brasil y también en Asia y África, respectivamente, con unidades en la India, Kenia y Mozambique.
Venezuela se suma a este proyecto de desarrollo deportivo social, conceptualizado bajo los postulados del eminente educador brasileño Paulo Freire (1921-1997) uno de los mayores y más significativos pedagogos del siglo XX.
Freire pondera la enseñanza del deporte para todos, independientemente del nivel de habilidad del niño, adoptando procedimientos que respeten la condición humana del menor, priorizando el placer y la diversión.
La Escola Furacao en Venezuela tendrá la visión de ser reconocida como un centro de excelencia, en la enseñanza gratuita del fútbol para niños entre los 4 y los 14 años, propiciando actividades que preparen a los alumnos como buenos ciudadanos, personas más felices, independientemente de que se conviertan en jugadores de alta competencia.