Río de Janeiro.- ¿Logrará la defensa vinotinto mantener el orden y el rigor táctico para frenar a Messi, así como lo hizo ante la Seleçao? La clave del Argentina-Venezuela, el viernes en el Maracaná por los cuartos de final de la Copa América, se resume a esta cuestión.
Venezuela se hizo un lugar en la segunda ronda de Brasil-2019 gracias a su última línea y respaldada en el arco por el extraordinario Wuilker Faríñez, apenas permitiendo una anotación en tres partidos en la fase de grupos.
Empates 0-0 con Perú y la Canarinha y victoria 3-1 ante Bolivia. Todo un verdadero trabajo de relojería del seleccionador Rafael Dudamel ante los dos rivales que más preocupaban a los petroleros y que cerró correctamente ante la Verde.
Pero ahora llega Messi.
La Albiceleste con el mejor del mundo en el campo se estrelló con Colombia (0-2) en el debut, apenas pudo empatar con Paraguay (1-1) y se deshizo de Catar (2-0) sin mucho brillo y gracias a un obsequio de la defensa asiática en la apertura.
Irregular y sin un verdadero fútbol de asociación, siempre dependiente de la luz del ’10’ que del juego elaborado como equipo, Argentina encontró en Lautaro Martínez a un buen intérprete de Messi y complemento ideal para el ‘Kun’ Agüero.
– Messi-Agüero-Lautaro –
El delantero del Inter de Milán marcó ante los anfitriones del Mundial-2022 su primer gol oficial vestido de albiceleste, con la que ya lleva nueve partidos. Y su alineación y actuación ante el campeón de Asia incluso fue saludada por el propio Messi.
«A cualquier equipo del mundo le genera algo cuando ve que enfrente están Messi-Agüero-Lautaro Martínez. A partir de ellos tenemos que armar el equilibrio», aseguró un satisfecho Lionel Scaloni, a quien, por ahora, ese trío le salva su permanencia en el banquillo.
Scaloni se atrevió a hacer lo que su antecesor, Jorge Sampaoli, no fue capaz para el Mundial Rusia-2018: convocarlo. El exariete del Racing no le ha fallado al imberbe seleccionador. Ya suma cinco goles.
Y es que Lautaro, con apenas 21 años y una temporada disputada en la Serie A, es un delantero moderno, rápido, inteligente, que ataca bien los espacios, se mueve como pez en el agua entre defensas cerradas y tiene gol.
La compañía de Lautaro Martínez le sentó de maravilla a Agüero. «Siempre se escucha lo que se opina del equipo y de los cambios. Y lo que más se pedía era jugar con dos delanteros. Por suerte, Leo Scaloni lo dispuso así. Por momentos anduvimos muy bien», manifestó el ‘9’ del Manchester City.
– El doble ‘9’ –
El doble ‘9’ pareciera ser finalmente la línea de ataque de Argentina, con Messi tirado unos metros atrás abasteciendo y con libertad de movimientos para caer por cualquier sector del frente.
Y en Porto Alegre, en el cierre del Grupo B, ambos delanteros rotaron posiciones, se movieron constantemente tanto en el área grande como fuera de ella, generaron situaciones de peligro y Messi se mostró más aliviado en la descarga del juego.
«Venezuela es un equipo duro. Lo enfrentamos hace poco, vamos a trabajar el partido con todo para contrarrestar su juego», advirtió Martínez.
Y es que con un gol del delantero del Inter en el campo del Wanda Metropolitano, Venezuela le arruinó a Messi, en la fecha FIFA de marzo en Madrid, su reencuentro con la Albiceleste tras la debacle del Mundial-2018.
Fue un 3-1 que hasta hace unos años era impensado que lo sufriera Argentina y menos de quien era considerada la Cenicienta de Sudamérica.
Pero los tiempos cambiaron. Paralelo a la caída de la Albiceleste, surgió el ascenso de la Vinotinto futbolísticamente. Y el resultado en Madrid es una muestra palpable de ello.
Messi lo dijo: «Ya no se gana con la camiseta». Y a la disciplinada Venezuela, esa a la que Dani Alves llamó «irresponsable» por su forma de juego antes del 0-0 en Salvador, Argentina ya lo sufrió.