miércoles, 4 diciembre 2024
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Alemania espera recuperar en casa su prestigio perdido 

La Euro 24 se jugará en Alemania, pero no son los germanos los favoritos para llevarse el título, los locales tratarán de recuperar el prestigio perdido.

Parece sorprendente que Alemania, anfitriona de la Eurocopa 2024, no sea la favorita automática para ganar un torneo que solía dominar, sino que acuda a la cita de un mes de duración desesperada por recuperar su posición como peso pesado del continente.

En las siete ediciones de la Eurocopa que se celebraron entre 1972 y 1996, Alemania, o Alemania Occidental, llegó a la final en cinco ocasiones, tres de ellas con victoria, pero en las seis que han transcurrido desde su triunfo sobre la República Checa hace 28 años, solo ha alcanzado la final en una ocasión, cayendo ante España en 2008.

La última vez fueron derrotados fácilmente por Inglaterra en octavos de final y, tras dos sorprendentes eliminaciones consecutivas en primera ronda de la Copa Mundial después de ganar el trofeo en 2014, su reputación como el equipo dominante del torneo se está convirtiendo en un recuerdo lejano.

Esa década de decepciones ha dejado a Julian Nagelsmann, que sustituyó a Hansi Flick en el cargo de seleccionador el pasado mes de octubre, lidiando con una afición dividida entre su antigua confianza y la cruda realidad de que ya no tienen un equipo al que todos los demás teman.

Aunque los resultados del año pasado fueron decepcionantes, las victorias en marzo frente a Francia y Países Bajos han dado a los seguidores el primer rayo de esperanza de que la gran bestia del fútbol europeo pueda despertar.

La extraordinaria temporada del Bayer Leverkusen, campeón invicto de Alemania, ha aportado un aire fresco al fútbol nacional, y su inspirador, el centrocampista ofensivo Florian Wirtz, espera que su entusiasmo y creatividad puedan levantar también a la selección.

Marcar goles, sin embargo, sigue siendo el mayor reto, y Niclas Füllkrug probablemente cargue con esa responsabilidad.

Inglaterra espera

A medida que la estrella de Alemania se ha ido apagando, la de Inglaterra ha ido en aumento, y viaja con la convicción real de que por fin puede ganar un segundo gran trofeo tras su triunfo en la Copa Mundial de 1966.

Aunque ya han viajado muchas veces con la moral por las nubes, esta vez la confianza y su posición como favoritos en las casas de apuestas parecen justificadas.

Es cierto que probablemente tengan que superar el considerable obstáculo de Francia en semifinales, pero la actual hornada de jugadores, muchos de los cuales participaron en el clásico choque de cuartos de final de la Copa Mundial disputado en Qatar, no tiene ningún miedo.

Harry Kane, Jude Bellingham, Phil Foden y Declan Rice son cuatro de los jugadores más destacados del continente esta temporada, aunque su defensa, lastrada por las lesiones, parece vulnerable.

Sin embargo, ese talento creativo, unido a la experiencia de haber alcanzado las semifinales del Mundial en 2018 y la final de la Eurocopa 2020, que perdieron ante Italia en la tanda de penaltis, bajo la mano firme aunque conservadora de Gareth Southgate, convierte a la actual cosecha en un equipo con más expectativas que esperanzas de llegar hasta el final.

Francia no parece la misma potencia que en el Mundial de hace dos años, cuando cayó ante Argentina en la tanda de penales final. Las lesiones y el bajo estado de forma de algunos jugadores clave han obligado al seleccionador Didier Deschamps a reorganizar su defensa y, posiblemente, a introducir algunos cambios en el centro del campo.

El defensa Lucas Hernández ha sido descartado por una lesión de rodilla, mientras que Ibrahima Konate y Dayot Upamecano han tenido un mal final de temporada. En el mediocampo, el pivote Aurelien Tchouameni también es duda, lo que lleva a una sorprendente convocatoria de N’Golo Kante.

España aspirante

España ganó dos títulos consecutivos en 2008 y 2012, pero tras seis años turbulentos y estériles bajo la dirección de Luis Enrique, que incluyeron la derrota ante Italia en la tanda de penaltis de las semifinales de la Eurocopa 2020, espera volver a ser aspirante.

Están prosperando bajo la serena dirección del seleccionador Luis de la Fuente, que conoce al dedillo a la mayoría de sus pupilos tras haber trabajado con ellos en las categorías juveniles.

Con el extremo Lamine Yamal, que está deslumbrando en el Barcelona, Rodri, del Manchester City, que está imponiendo su autoridad en el centro del campo, y Dani Carvajal, defensa del Real Madrid, que sigue dando guerra, España tiene una buena mezcla de juventud y experiencia.

Llegarán a Alemania con la esperanza de acallar el ruido tras meses de polémica en torno a la federación de fútbol del país, salpicada de escándalos, aunque tienen un grupo difícil con Croacia, semifinalista del Mundial, e Italia, campeona de Europa.

La “Generación de Oro” belga hace tiempo que perdió su brillo y, aunque sigue siendo la tercera del mundo, tiene un pésimo palmarés en la Eurocopa.

Desde que perdió la final de 1980, no se ha clasificado en seis ocasiones, ha quedado eliminada en dos ocasiones en la fase de grupos y sólo ha alcanzado los cuartos de final en las dos últimas Eurocopas con una plantilla repleta de estrellas.

Los belgas volverán a preocuparse por el estado físico del centrocampista Kevin De Bruyne, cuya lesión en la última edición les hizo caer ante Italia, mientras que otro fracaso en el Mundial de Qatar mermó aún más las expectativas.

Portugal y Holanda -Países Bajos-, son probablemente los únicos entre el resto de equipos que tienen posibilidades reales de levantar el trofeo en Berlín el 14 de julio.