Hace 37 años los carnavales guayacitanos se celebraban -como hasta ahora-, en los dos polos de la ciudad. En San Félix las festividades se concentraban en la avenida Gumilla y en Puerto Ordaz en la avenida Las Américas.
En 1985 los disfraces de los niños guayaneses eran de caperucita roja, rumberas, fantasías, enfermeros, princesas y príncipes, entre otros. En febrero de ese año las páginas de nuestro periódico se llenaron de fotografías de los pequeños luciendo sus trajes en las calles de Ciudad Guayana.
Especialmente destaca la imagen de la niña Roemily Rojas, quien aprovechó la imaginación de sus padres Alfredo y Dilsia Rojas para asistir a la fiesta carnestolenda del Kinder Tribilín, en la UD-104, con un traje inspirado en los años 20, hecho con las páginas de Correo del Caroní y usando de cintillo nuestro logo.
En una nota publicada el 27 de febrero de 1985 y titulada Los niños y el carnaval guayacitano, se describe que “los niños de Venezuela, de Guayana y del resto del mundo no entienden de recesión económica, inflación, desempleo y otras excusas para no disfrazarse y celebrar el carnaval. Ellos no entienden la culpa, nuestros problemas. Tal vez sea por eso que esa fiesta popular tan arraigada a nuestro ser, nunca morirá”.