Más temprano que tarde, el juicio “Situación de la República Bolivariana de Venezuela I” será afectado con un pronunciamiento de nulidad, reposición y un nuevo retraso, del castigo de los criminales de lesa humanidad de Maduro y pandilla.
Ante la realidad espesa y concreta de la derrota, la respuesta del usurpador y sus áulicos ha sido la represión. El asesinato, la tortura, el secuestro, la desaparición forzada de los opositores. Niños, mujeres y ancianos incluidos.
Como se niega a salir por las buenas, con los votos, con manifestaciones pacíficas, por los emplazamientos de los entes multilaterales, ¿cuánto le costaría a la gente decente del Planeta echar al felón como se lo merece?
Así que más allá de lo que opinamos más adelante sobre dicha CPI, nos tememos que por muy justa que nos parezca, no se podrá ejecutar la hipotética orden de captura de un juez argentino en situaciones como la comentada.
Paños calientes procesales como “exhortar” a la narcotiranía a “respetar el Estado de Derecho” no detienen la podredumbre.
El ilegal encarcelamiento se habría producido el 30 de agosto en Caracas y según uno de los informantes, el infortunado mariner habría quedado a la orden del Sebin, en alguna de sus ergástulas, quizás El Helicoide, la más tenebrosa de todas.
Las normas internacionales sobre la legitimación de capitales y el crimen organizado internacional siempre han estado ahí. Otra cosa es la ayuda que podamos prestar los afectados a objeto que las autoridades de cualquier país las pongan en acción.
Apenas el rector Amoroso, papel higiénico en mano, declaró reelecto en las pasadas presidenciales a Maduro, salieron disparadas a avalar el fraude. Son las mismas “auditoras” que en este instante están contaminando la data de las referidas elecciones presidenciales. Fueron nombradas para eso por la Sala Electoral del TSJ.
Lo de veras relevante no es que la narcopandilla desgobernante se dejó engatusar por los observadores de verdad, sino que el más votado de manera abrumadora fue Edmundo González; que la supuesta reelección del súper bigote, monigote, bobote, fue una farsa mal montada.
A El Mayo se le ha enrostrado la exportación de México a Estados Unidos de una tonelada, promedio, de cocaína por año.