“¿Qué estoy haciendo?”, se preguntó Ángel Zambrano al darse cuenta de que estaba azuzando sin querer la violencia en las protestas de 2017. Desde entonces no ha parado de pensar en alternativas ciudadanas que auspicien el encuentro, la coexistencia y la reconciliación.
Pese al agridulce resultado que el paso del tiempo dejó sobre el consejo comunal Campo Rosa, tanto Magaly como Fran aprendieron de aquella experiencia que es necesario reconocer al otro. Que las diferencias son válidas. Que disentir es sano.
Miguel Feijoo comenzó a dar clases en la Facultad de Arquitectura de la UCV en 2019. Ese año vivió una experiencia que transformó su visión de su carrera y le enseñó que la universidad debe formar, sobre todo, ciudadanos críticos.
Cientos de miles de personas vieron las actas de escrutinio que imprimieron las máquinas electorales. Y los testigos de la oposición no fueron los únicos que se quedaron con copias. Tres mujeres, dos testigos del partido oficialista y una jefa de comunidad, también de las filas chavistas, vencen el silencio y cuentan lo que vivieron.
Paul León trabaja en el canal VPItv. Fue detenido mientras se preparaba para cubrir una manifestación en Valera, estado Trujillo. En una audiencia telemática, un tribunal especial en Caracas lo imputó por delitos de terrorismo.
Saray Figueredo nació y creció en la Cota 905, en el oeste de Caracas, una realidad colmada de violencia, drogas, desesperanza y estigmatización. Allí, a sus 27 años, hace cuanto puede para que otros jóvenes de su comunidad puedan ver un futuro menos árido.
Cada año, en la fiesta de Corpus Christi, llegan cientos de turistas a ver a los Diablos Danzantes de Yare, la cofradía más grande y la más antigua de Venezuela. Después, el pueblo se vacía y muchos, a diferencia de Emmanuel Graterol, lo olvidan.
El Acuerdo de Escazú es el primero en el mundo que se propone proteger a los defensores del medio ambiente. Solo ocho países no han fijado posición al respecto, entre ellos Venezuela.
Cosme asumió la vocería de la comunidad ante el gobierno municipal y estadal, y el compromiso de velar por sus necesidades. Se propuso sacar a Wakajara de Manamo de la pobreza extrema en la que se encontraba.
Juan La Rosa, indígena kaketí, se hizo activista. En compañía de sus maestros fue testigo y partícipe de la lucha por la recuperación de sus tierras ancestrales que estaban en manos de ganaderos y de empresas transnacionales. Vio muchas muertes: la del líder yukpa Sabino Romero fue una de tantas.