La democracia moderna es una forma de prudencia política y de desarrollo moral en la que se gobierna para todos y se tienen en cuenta -sin exclusión- los intereses de todos los miembros de la comunidad.
La soberanía nacional, el antiimperialismo y la solidaridad internacional de la izquierda son las tres falacias principales empleadas por el régimen para desvirtuar y ocultar la realidad por medio de las palabras. Tres falacias que ponen al descubierto tres de tipos de incongruencia por parte de quienes las utilizan y que dan lugar a tres modos de perplejidad y a una misma forma de asombro.