El escritor mexicano, quien fue parte del boom latinoamericano y autor de La muerte de Artemio Cruz, atrapa con este relato que destaca entre otros libros de su época. Aura es ideal para los amantes del misterio y los finales inesperados.
Virginia Woolf escudriña cómo era la vida de una mujer en el siglo XVIII: propiedad de su marido, pobre y carente de una habitación propia. La mujer no tenía derecho a escribir, ni estudios que se lo facilitaran. Contra todo pronóstico aparecen grandes autoras con la convicción de luchar por la igualdad a través de su prosa.
Según Camus, las personas se suicidan filosóficamente ante la vida: le buscamos un significado más allá cuando su naturaleza es no tener ningún sentido.
Uno de los factores que hizo tan polémica la novela fue el argumento de que Lolita era una apología de la pedofilia, un libro que promovía y romantizaba el amor entre adultos y menores.
La ética nos lleva a la dimensión de la dignidad y el respeto por lo que uno hace, el respeto por el lector, por el medio y por uno mismo. Nos vuelve distintos de cualquiera que esté por ahí difundiendo información, nos vuelve periodistas.
Prosas apátridas, del peruano Julio Ramón Ribeyro, es para esos que creen impertinentemente que la cotidianidad también es susceptible a ser contada con sus matices, contradicciones y genialidad.