Las palabras, aunque incorpóreas, también pueden herir, matar, sanar, dar alimento y ánimo. Ellas poseen un poder mágico que nos permite lograr lo que parece irreal e imposible.
En una colección de libros que lleve por título “Biblioteca de Autores Bolivarenses”, uno de los tomos que no pueden faltar es el dedicado a la obra poética, ensayística y periodística de José Eugenio Sánchez Negrón.
Amazon y Wattpad contribuyeron a destruir a las imprentas, a las librerías y a los editores. Ahora las inteligencias artificiales van, sin contemplaciones, tras los autores.
Entre 1982 y 1996 el logo de la UNEG tuvo cinco versiones. Un mismo logo, con cinco caras en 14 años. Quizás haya algo que aprender de esta historia de indecisión y de no saber ponernos de acuerdo.
¿Leerías un libro sin conocer su título ni quién lo escribió?
Celestino Peraza es el autor de varias obras literarias fundamentales para conocer el estado Bolívar. Sin embargo, desde hace varias décadas no se reeditan y no son fáciles de encontrar. Las hemos olvidado e invisibilizado.
Soraya Lainette, con su libro El duelo duele, nos recuerda un tema que intentamos evitar como si de una maldición o una peste se tratase. La muerte de un familiar es inevitable y, ante ese hecho, la mejor forma de estar preparados es conocer la experiencia que otros han vivido.
Las bibliotecas se han vuelto artículo de decoración, fondo de pantalla para encuentros virtuales, pedestal de la vanidad y la apariencia.
La escritora venezolana Sol Linares publicó recientemente su tercera novela titulada Mamás por WhatsApp. Editada en el 2021 por LP5, en esta obra se nos ofrece una peculiar representación de la mujer que bien vale la pena examinar.
La memoria es una casa de muchas puertas y cualquier olor, sonido o sabor sirven de llave a lo que creemos ya en el olvido.