Con Sánchez llegó al poder un feminismo extremista y radical, que odia al hombre, a quien considera violador como lo afirmó la secretaria de Estado de Igualdad Ángela Rodríguez.
Hoy Colombia es el lugar con la mayor población de estos paquidermos, fuera del continente africano. Son una especie invasora que se ha reproducido sin control, al vivir en un clima adecuado, alimentos durante todo el año, sin competidores por el espacio y ningún depredador a la vista.
En la isla de la felicidad el tiempo se detuvo como una pésima película que no avanza, pero la “dignidad” convertida en cascarón vacío se recoge por toneladas en las calles de aquel país.
Venezuela, valga recordarlo, no está entre los destinos recomendados por los gobiernos responsables del planeta. Porque la información fluye a la velocidad de la luz y todos saben que en este país la inseguridad es integral.
Los pueblos eligen las palabras que le resultan más expresivas y cargadas de contenido. Esas que ahorran mayores explicaciones cuando se habla libremente. Y alacrán es una de esas, que aguijonea justo en la nuez, en la esencia de lo que se busca definir, significar o señalar.
Tienen el mismo tumbao y su oficio se parece mucho al de inspector de aires libres, aunque se apertrechen con la hoz y el martillo. Eso sí, son irreductibles en sus arraigadas convicciones.
López Obrador usa la mentira para colocarse por encima de toda la sociedad a fin de blindar sus decisiones frente al escrutinio público y eludir la rendición de cuentas.
El escritor Arturo Pérez-Reverte sostiene “que no hay ningún libro inútil. Hasta el más deleznable en apariencia, hasta el libro estúpido del que no se aprende nada, tiene un rincón, en media línea, algo útil para alguien”.
Vale recordar lo ocurrido en Machurucuto y el apoyo del comunismo internacional para impedir que se consolidara la naciente democracia venezolana.
Se le conoce, indistintamente, como infierno verde y como cementerio. Es una serranía con 750 km cuadrados de extensión que penetra en Colombia hasta desaparecer en el golfo de Urabá.