viernes, 29 marzo 2024
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“Si los ensayos de la fase III son alentadores, probablemente tengamos vacuna contra la COVID-19 para finales del año o comienzos de 2021”

La microbióloga venezolana Carla Solórzano explica cómo funciona la vacuna piloto contra la COVID-19 y en qué consistirá la fase final del estudio que quizás pondrá fin a la pandemia.

@mlclisanchez

Que una vacuna contra la COVID-19 comience a emplearse en todo el mundo dependerá de su capacidad comprobada para inmunizar al ser humano contra el virus SARS-Cov2, y para ello es necesario aplicar la vacuna piloto en, al menos, 10 mil personas en una fase III del ensayo clínico correspondiente.

La vacuna de la Universidad de Oxford, también llamada ChAdOx1 nCoV-19, demostró ser capaz de generar anticuerpos capaces de neutralizar al virus causante de la COVID-19 en una prueba clínica que se aplicó a mil personas. El éxito de las fases del ensayo I/II abrieron paso a la fase III, en donde será clave el papel de los 20 laboratorios en todo Reino Unido que Oxford designó para seguir ensayando la vacuna contra este virus que ha matado a más de 600 mil personas en todo el mundo. En total hay 23 vacunas de COVID-19 en ensayos en todo el mundo y otras 140 en desarrollo en etapas tempranas, precisó BBC Mundo.

Carla Solórzano, una bióloga venezolana egresada de la Universidad del Zulia (LUZ) y doctora en microbiología molecular, coordina el laboratorio del estudio en el Centro de Investigación Clínica Respiratoria de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool (Liverpool School of Tropical Medicine), uno de esos 20 laboratorios seleccionados por la Universidad de Oxford.

Antes de la pandemia, el laboratorio de la Escuela de Liverpool trabajaba en generar nuevas vacunas en contra de la bacteria comúnmente llamada Neumococo, la mayor causante de neumonía en el mundo -otra infección respiratoria- y una de las principales causas de muerte por neumonía en niños menores de 5 años.

Pero los laboratorios científicos se han unido y puesto en pausa otras investigaciones para acelerar la generación de una vacuna que ponga fin a la pandemia.

 
“No vamos a dejar de trabajar hasta que encontremos la solución a este problema (la pandemia por COVID-19)”, expresó Carla Solórzano | Fotos cortesía LSTM
 


Por ello, engranado con el Instituto Oxford, este laboratorio es el responsable de reclutar, vacunar y monitorear a 600 personas que no hayan sido infectadas por el virus SARS Cov-2 causante de la COVID-19 como parte del ensayo clínico. La mayoría de estas personas son personal sanitario que se expone diariamente al virus.

Carla Solórzano ha estado en todas las etapas de la fase III del ensayo de la vacuna en su laboratorio, al que ve como una pequeña parte de todo el esfuerzo mundial por acabar con la pandemia. En entrevista con Correo del Caroní, Solórzano explica el porqué del éxito de los primeros ensayos de la vacuna y cómo funciona.

– ¿Cómo funciona la vacuna de Oxford?

– La vacuna ChAdOx1 está basada en un adenovirus de chimpancés que no se puede replicar en humanos, por tanto, no causa infección.

Este virus tiene insertado el material genético que le permite producir la proteína S (Spike) del SARS-Cov- 2. Este virus actúa como un vehículo que permite exponer nuestras células a esta proteína sin que la persona se enferme y pueda producir anticuerpos contra esa proteína específica. De manera que si la persona se expone al nuevo coronavirus tendrá los anticuerpos que la vacuna le indujo y podrá reconocer esa proteína que está en el virus.

– ¿Por qué podemos decir que el ensayo I/II fue exitoso?

– Porque es segura y porque produce anticuerpos.

Lo que Oxford descubrió es que la persona produce anticuerpos contra la vacuna, que contiene la proteína que permite que el virus infecte las células del cuerpo. Ellos estudiaron cuál es la función de esos anticuerpos que la vacuna puede producir en unas pruebas de laboratorio y vieron que tienen la capacidad de impedir que el virus infecte, los anticuerpos neutralizan el virus, ¡y eso es muy importante!

La vacuna también activa unas células específicas del sistema inmune que también combaten al virus, es decir, es una mezcla de respuesta celular y respuesta de anticuerpos contra el SARS-Cov- 2.

   
La vacuna de Oxford contiene un adenovirus causante del resfriado común en chimpancés que tiene insertado el material genético que le permite producir la proteína S (Spike) del SARS-Cov- 2

– ¿En qué va a consistir la fase III del ensayo clínico?

– En comprobar que las personas vacunadas en efecto tengan la capacidad de no enfermarse si se llegan a exponer al virus, si luego de ser vacunado, el cuerpo de la persona es capaz de reconocer a esa proteína del virus podrá desarrollar una respuesta inmune que le va a permitir estar protegido.

En una fase I/II el número de personas que uno utiliza es bastante pequeño. 1.000 personas no generan los datos suficientes para que uno pueda decir que la vacuna es eficaz, por eso se va a una fase III, y se necesita un mayor número de personas. En el caso de Oxford alrededor de 10 mil, para asegurar que la vacuna funciona.

– Eso quiere decir que hasta ahora las personas no habían estado expuestas al virus hasta la fase III, ¿no?

– Sí que han estado expuestas porque la persona no se queda hospitalizada y no se les impide que hagan su vida normal, probablemente sí han estado expuestos, pero, aunque se tengan esos datos, el número de personas que han sido reclutadas en la fase I/II no es suficiente para dar una respuesta.

Esperemos en los próximos meses tener resultados de estos ensayos de fase III, y si son tan alentadores como los que se publicó el lunes probablemente tengamos una vacuna para finales del año o inicios del año que viene.

– ¿Cómo es el proceso de vacunación?

– Bueno, se hace un proceso de selección de participantes, en su mayoría personal sanitario que probablemente está más expuesto al virus. Se hace una prueba de anticuerpos para verificar que la persona no haya estado expuesta antes al virus y por lo tanto no haya generado anticuerpos, y luego se le vacuna y se le hace un seguimiento al mes, a los 3 meses, a los 6 meses y al año.

La idea es ver cómo se comporta el sistema inmune en ese tiempo, cuánto tiempo duran esos anticuerpos, la respuesta celular, por cuánto tiempo están presentes en el cuerpo para poder entender mejor cómo funciona la vacuna.

– ¿En qué etapa de la fase III está este laboratorio?

– Ya mañana acabamos el seguimiento de un mes, nosotros terminamos de vacunar a las 600 personas hace un mes.

– ¿Cómo ha sido todo este proceso de adaptación a un nuevo ritmo de trabajo?

– Hubo días en los que estábamos realmente agotados, pero entendíamos que ese es el sacrificio que teníamos que hacer y nos sentimos orgullosos. Por eso vamos todos los días y por eso estamos ahí y no vamos a dejar de trabajar hasta que encontremos la solución a este problema.

Todo el tiempo que tenemos hoy en día es para investigar sobre coronavirus, para entender la respuesta inmune y así probar las mejores vacunas. Hacer ensayos, experimentos, encontrar respuestas que nos ayuden a salir lo antes posible de esta pandemia, pero ha sido bastante demandante. En el proceso hemos pasado de trabajar cinco días a la semana de 9:00 am a 5:00 pm a trabajar de 8:00 am a 8:00 pm, siete días a la semana.